Imágenes del operativo desplegado este miércoles para una nueva jornada de derribos. | Jaume Morey

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Tras la jornada de máxima tensión vivida este martes, con concentración en las Avenidas y el ataque a periodistas a las puertas del poblado, se retoman con tranquilidad las labores de derribo de cinco viviendas en Son Banya. Eso sí, con un refuerzo policial más intenso que en semanas anteriores.

Alrededor de las diez de la mañana, ha llegado la Paca a Son Banya conduciendo su propio vehículo. Al bajarse del coche, ha cogido unas bolsas de la compra.

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A primera hora de este miércoles, la comisión judicial hacía entrega de cinco nuevas notificaciones de viviendas que se van a tirar. Según explican desde la policía, se vive todo con tranquilidad e incluso algunos vecinos recogen todavía algunas pertenencias del interior de las viviendas que se van a derribar.

Está previsto que la regidora de Benestar Social, Merçé Borràs, comparezca esta misma mañana en la rueda de prensa de la Junta de Gobierno. En el poblado, treinta agentes de la Policía Nacional y treinta de la Policía Local de Palma controlan que los trabajos se desarrollen con seguridad. También se encuentra en Son Banya el jefe de la Policía Local, Josep Palouzie.

Quien no se encuentra en Son Banya es el director general del área, Joan Antoni salas, que la pasada semana fue insultado y amenazado por personas del poblado.