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Més per Mallorca se reafirma en su posición. Un día después de recibir críticas por parte de sus adversarios por colgar en un balcón de la sede del Ayuntamiento de Palma un gran lazo amarillo en solidaridad con los políticos catalanes presos a raíz del 'procés', la entidad econacionalista defiende su acción, como «símbolo de democracia y de diálogo».

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Esta es al menos la acepción que tiene para MÉS el lazo amarillo, y en este sentido no solo no lo han retirado de Cort sino que su grupo en el Parlament también lo ha reivindicado, como muestra una imagen en la que aparecen los portavoces, Josep Ferrà y Joanaina Campomar.