El origen de estas tortugas en el campus es un tanto incierto. Al parecer, alguien las depositó a principios de siglo en una antigua fuente del edificio Anselm Turmeda. De ahí las llevaron al estanque de Son Lledó y posteriormente a las lagunas. | Redacción Local

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La Universitat de les Illes Balears (UIB) estudiará qué hacer con las tortugas que habitan las llamadas lagunas de depuración del campus.

El origen de estas tortugas es un tanto incierto. Al parecer, a principios del presente siglo, algunas tortugas fueron depositadas de manera anónima, sin que la UIB como institución tuviera nada que ver en ello, en una antigua fuente existente en el edificio Anselm Turmeda.

Esta fuente fue eliminada y las tortugas fueron trasladadas al estanque de Son Lledó. Con el paso de los años, se construyeron las dos balsas del campus universitario frente al edificio Guillem Cifre de Colonya con el objetivo de desarrollar un proyecto de depuración y reutilización de aguas. Este proyecto finalmente fue abandonado. Por entonces, alguien decidió un nuevo traslado de las tortugas y que éstas pasaran del estanque de Son Lledó a las lagunas. Actualmente, las dos balsas no realizan ninguna función y sólo recogen agua de lluvia. Cabe destacar que un número indeterminado de estos quelonios no son autóctonos y, según algunos observadores, habría ejemplares de tortugas de Florida (Trachemys scripta elegans) y tortugas de hocico de cerdo (Carettochelys insculpta).

Otros animales

Respecto a los animales que pueblan el campus, la UIB sólo tiene en marcha dos actuaciones oficiales. Una de ellas es un acuerdo con el Ajuntament de Palma y el Club del Moix para alimentar, controlar y esterilizar los gatos que habitan todo ese ámbito universitario. La segunda es con Natura Parc para el cuidado y control de los patos y los pavos reales de los jardines de Son Lledó, que ya se han convertido en una especie de símbolo de la sede rectoral.

Fuentes de la UIB señalaron que «las tortugas de las dos lagunas del campus no son de la Universitat y, por tanto, no se encarga de ellas ni las alimenta. No obstante, se tomará alguna medida al respecto, posiblemente su traslado a algún centro especializado, pero de momento no está decidido».

Observadores de las tortugas han expresado su preocupación por las condiciones de los quelonios, especialmente por el mal estado de las aguas de las lagunas, lo que repercutiría en su disponibilidad de alimento. Los observadores son partidarios de que las tortugas sean trasladadas a algún centro, siempre y cuando no sean sacrificadas.