La elevada demanda de empresas que quieren participar en la edición de este año, que se celebrará a finales de abril, ha obligado a la dirección del salón a trabajar en la optimización de los espacios existentes y la racionalización de productos para permitir la entrada de nuevas empresas y marcas. Así lo indican desde el Institut d'Innovació Empresarial (IDI), que pertenece a la Conselleria de Treball, Comerç i Indústria, encargado de organizar el evento.
El pasado año se alcanzó la mayor superficie de exposición de la historia, 81.388 metros cuadrados, y la posibilidad de ampliación es prácticamente mínima después de años de crecimiento. En concreto, en 2018 se incrementó un 15 % respecto a 2017. De ahí, la tarea que hace meses que se lleva a cabo para reorganizar el espacio existente y poder dar cabida a más empresas. Uno de los criterios de racionalización que se han establecido es la prioridad para la exposición de novedades.
Pese a esta labor de optimización del espacio, cuando faltan escasos dos meses para la inauguración del salón náutico las empresas ya han contratado casi toda la superficie de exposición. De hecho, al finalizar la edición del pasado año, un 98 % de los expositores ya indicaron su voluntad de participar en la de 2019, según una encuesta que realizó el IDI para valorar la feria. Por su parte, los visitantes puntuaron con un 9,3 sobre 10 la calidad de la oferta expuesta.
La feria del pasado año contó con una exposición de 300 barcos en el mar, una cifra que seguramente se repetirá este año. Sin embargo, para dar cabida a más empresas, quizás se limite el número de embarcaciones por empresa. Desde el IDI indicaron que la edición de este año se caracterizará por una oferta de embarcaciones de grandes esloras traídas directamente por los astilleros, y una gran exposición de day boats o tenders con esloras de hasta 50 pies. Hay que recordar que uno de los grandes atractivos del salón náutico es la Palma Superyacht Show, que representa la mayor muestra de yates de lujo de Europa y que el pasado año contó con 80 embarcaciones de más de 24 metros de eslora.
Por otra parte, se repetirá el diseño del recinto ferial que se estrenó el pasado año y que supone una remodelación de las zonas de exposición con el objetivo de optimizar todavía más el escenario del Moll Vell. Una de las novedades fue la instalación de un puente flotante desde el Espigón de Consigna al Muelle de la Industria Pesquera de 72 metros que permite un recorrido circular por la feria y facilita la visita al salón, además de ofrecer una perspectiva diferente del puerto.
3 comentarios
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Yo puedo dejar un cuartó para dique seco
Parece que a los ricos les va viento en popa
Con la autoridad portuaria que tenemos cualquier cosa es un milagro, incompetente, servíl a sectarios… de gestión cero pelotero.