Desde el mes pasado, la Comisión de Derechos Humanos del ICAIB forma parte de la Comisión Menas, formada por diferentes instituciones que cuidan y ayudan a los menores extranjeros no acompañados, con el objetivo de velar por sus derechos y buscar soluciones, en aspectos administrativos y legales, ante la difícil situación que padecen al llegar a las islas.
En Baleares, el número de menores extranjeros no acompañados ha ido creciendo en los últimos años, detalla la comisión en un comunicado.
Su integración en la sociedad española es una tarea complicada para los educadores y demás profesionales de los centros de acogida, donde es «frustrada por las trabajas administrativas y sociales» cuando llegan a Baleares, muchas veces tras un largo y difícil viaje en los que ponen su vida en riesgo para huir de sus países de origen.
Estos centros son exclusivos para menores extranjeros no acompañados, lo que les priva de convivir con españoles, mermando así su posibilidad de aprender bien el idioma o de conocer mejor la cultura española.
Advierten de que esta dinámica actual les aparta de esta posibilidad, al igual que la poca eficacia con la que actúan sus consulados o embajadas para facilitarles documentación del país de origen o las dificultades de respuesta a estas situaciones por parte de la Oficina de Extranjería.
En relación con el aumento de la frecuencia en que determinados medios de comunicación exponen a estos menores, en reiteradas ocasiones relacionándolos con la delincuencia, reclaman que «debería evitarse al tratarse de menores en situación de protección».
Si bien reciben educación y formación, suele ser por poco tiempo ya que la mayoría de los menores llegan a España con 16 o 17 años y una vez cumplen los 18 años dejan de estar protegidos y «se quedan en un vacío legal que no solo no les permite poner en práctica lo aprendido en las formaciones» ni acceder a un empleo por estar en una situación irregular.
El acceso a una vivienda, tanto por ser inmigrantes y sufrir discriminación social, como por no disponer de ingresos, es imposible.
Además, los requisitos para acceder a algunas ayudas se han endurecido, exigiendo disponer de un permiso de residencia al que no pueden acceder, o tener una cuenta bancaria cuando tampoco les está permitido abrir una por no tener el permiso de residencia.
La comisión de Derechos Humanos del ICAIB denuncia «toda esta problemática, que lleva a este colectivo a una grave situación de exclusión social» y manifiesta su apoyo a la Comisión Menas, para que «estos jóvenes puedan tener una vida digna en nuestro país y que no se vulneren sus derechos».
Piden a las diferentes instituciones, organizaciones y a toda la sociedad erradicar la discriminación hacia los menas y la dura situación en la que están inmersos estos jóvenes que entran en España con la esperanza de una vida mejor.
Para dar luz a su situación, la Comisión Menas ha organizado una mesa redonda el próximo jueves en la sede de la Fundación Natzaret, a la que están invitados representantes de distintos partidos políticos con el fin de que puedan exponer cómo tratan este asunto en sus programas y cómo pretenden ayudar a estos jóvenes.
2 comentarios
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No creo que engañéis ya a nadie.Estamos bién documentados sobre este asunto.
Y la grave situación que padecen los vecinos que tienen la desgracia de tenerlo cerca? Como los señores abogados deben vivir en Son Vida, no deben convivir con ellos, verdad?