Miquel Ensenyat, presidente del Consell de Mallorca, en una imagen reciente. | Redacción Local

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Un empresario hotelero se refirió al president del Consell de Mallorca como «este puto maricón» en la pasada edición de la feria turística de Berlín (ITB), según desveló este miércoles el propio Miquel Ensenyat.

Ensenyat realizó esta revelación en el marco del debate de política general del Consell, que este miércoles comenzó con su discurso. Recordaba que él mismo ha recibido anónimos y amenazas a causa de su condición sexual y que hace unos meses recibió en su despacho a una pareja a la que habían apaleado a raíz de su orientación cuando advirtió: «Y sin ir más lejos, hace unas semanas, en la feria turística de Berlín, un empresario hotelero no tuvo el más mínimo pudor en reírse de mi condición y referirse a mi como ‘este puto maricón'». «De las palabras llenas de odio e intolerancia a la agresión física hay un paso. De hecho, el insulto y la agresión se fundamentan en lo mismo. Son producto del mismo odio», añadió, y prosiguió con el discurso.

Inicialmente, el auditorio –la sala de plenos del Consell estaba llena– no se sobresaltó, pero sí que al finalizar la sesión muchos se preguntaron «quién era el hotelero» que le había llamado «puto maricón». Ni el president ni su entorno lo quisieron desvelar.

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Según ha podido saber este diario, el empresario no habría llamado «puto maricón» a la cara al president, sino que lo dijo en una conversación con otros hoteleros en el estand de Baleares en la ITB. Alguien lo oyó y se lo comentó al president.

En su discurso del debate de política general, Ensenyat alabó a su ejecutivo, del que destacó su «estabilidad» y «pluralidad», y la acción de gobierno, en que «las personas han sido nuestra razón de ser». Subrayó que el gasto del Institut Mallorquí d'Afers Socials «ha pasado de 126 millones en 2015 a 200 millones de euros este año», destacó que «hemos ganado la batalla contra las infracciones urbanísticas» y que «hemos regulado el alquiler turístico, permitiéndolo donde es una oportunidad y limitándolo donde supone un problema». Recordó que se ha rescatado el túnel de Sóller y defendió «la importante modificación de la carretera de Llucmajor a Campos, que ha reducido de forma muy importante el impacto». «La ocupación de suelo con infraestructuras viarias no es agradable para un gobierno que se sabe ecologista. Por ello la hemos abordado llevándolas al mínimo consumo territorial», aseguró.

Alabó también la reducción de la deuda, el incremento de las ayudas a los municipios y que Mallorca ha dejado de ser «el vertedero de Europa».