La primera jornada del juicio, en el que ambos afrontan peticiones de dos años de cárcel, mostró el enfrentamiento en la facultad entre varios bandos que llegó a provocar que se tuviera que separar los despachos de los docentes.
Los dos acusados negaron haber participado en la campaña de acoso, que duró varios años, contra una compañera, pero ésta les señaló como los dos principales sospechosos.
Según la denunciante, el primer episodio tuvo lugar tras una reunión. Relata que el catedrático se acercó a ella y comenzó a insultarla. «Me llamó falsa, mentirosa e hipócrita».
El acusado admite que se acercó a decirle algo en esa ocasión, pero no aclaró el qué. A partir de ahí, la víctima cuenta que comenzó a ser acosada por el secretario personal del catedrático. La abordaba en el pasillo, la insultaba y la esperaba fuera de la facultad para intimidarla. La magistrada convocó a esta persona para que declare este sábado como testigo.
En una segunda fase, la profesora comenzó a recibir llamadas amenzantes en su casa. Se le acusaba de haber plagiado su tesis. En esa misma línea comenzaron a llegar correos electrónicos a otros miembros del departamento. La docente terminó pidiendo una baja por la situación, que denunció ante varias instancias de la UIB.
Los dos acusados rechazan haber sido los autores de esos correos y pretender quitarle la asignatura a la profesora. «No se roban las clases», dijo el catedrático y su compañero de banquillo declaró ser «absolutamente incompetente» para asumir esas clases. Los dos dijeron haber sufrido encontronazos con otros compañeros y con el funcionamiento de la UIB.
Las acusaciones mantienen como pruebas contra los acusados la visita de uno de ellos a la biblioteca para intentar acceder de forma anónima a la tesis de la víctima. También consta la declaración de un alumno que dijo haber escuchado de uno de los acusados que el acoso contra la profesora iba a funcionar.
El departamento
Los dos acusados incidieron en el mal clima en el departamento. La situación llevó a una intervención directa de una empresa de riesgos laborales para intentar poner orden que emitió una serie de recomendaciones al rectorado. Entre ellas, separar los despachos de los docentes. «Las personas en conflicto eran el departamento entero», señaló uno de ellos que también afirmó haber estado en tratamiento.
16 comentarios
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Me recuerda a hace 17 años, cuando los dos catedráticos del Departamento de Derecho del Trabajo de mi facultad (500 años de historia, abierta incluso durante las guerras) tuvieron un juicio de faltas por darse de hostias delante de todo cristro en el Departamento por culpa de unas notas de investigación del doctorando de uno de ellos. Bochorno es decir poco. En este caso, por lo menos una de las partes se negó a entrar al trapo.
Seguro que tú preferirias que sólo hubiera hombres...
A las pruebas me remito: esto es lo que hay en la uib... Comparen esta noticia con la otra que ensalza a nuestra "universidad" colocándola entre las 150 mejores del planeta...
Pues que sólo contraten mujeres y asunto concluido....al final, siempre se trata de lo mismo.
Y esto pasa en una de las mejores universidades del mundooo. Ay dios mio que fácil es hablar.
Qualsevol envia es seus fills en aquest xiringuito.
Hace dos años que me fui de la UIB porque tropecé con un profesor imposible. Ahora estoy en Barcelona y este año terminaré el Grado.
HE escuchado varias conferencias de Mique Beltrán en Madrid, tanto en la Casa Sefarad como en el CSIC y es un gran especialista en la cábala y en el judaísmo Medieval, además de ser un reconocido internacionalmente especialista e no Spinoza y Maimonides. Es un lujo para cualquier universidad importante y abierta.
En la UIB no se puede trabajar..... eso ya lo sabiamos excepto el personal de administración, mantenimiento y alguno más que sí trabajan el resto ni pueden ni tampoco se esfuerzan por ello aunque sus sueldos digan lo contrario, cosas de conseguir el chollo del sueldazo nescafe para toda la vida..
No conozco a estos profesores y ante todo presunción de inocencia, pero he tenido el placer de asistir a clases de esta profesora en dos cursos y he visto pocas mentes tan brillantes en mi vida. Sus conocimientos van de la mano de una personalidad increíblemente afable, me cuesta creer que denuncie por denunciar. Ánimos profesora.