Armengol en la mesa donde se reúne el Govern. | M. À. Cañellas

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Acaba de asistir al pleno solemne de inicio de la X Legislatura. Es la primera sesión del Parlament en la que se ha estrenado su nuevo Govern. Un ejecutivo de coalición entre el partido que dirige –el PSIB–, Més y Podemos. Supone el colofón de semanas de negociaciones pero, también, de años de prepararse para lo que supusieron las elecciones del 26 de mayo: que, por primera vez en la historia, la izquierda enlace dos legislaturas gobernando. Fue la primera mujer en alcanzar la presidencia del Govern y sabe que se espera mucho de ella. Incluso, el día anterior, el vicepresidente Yllanes (Podemos) reclamaba su mediación después de una tensa conversación con el conseller Negueruela.

«Que lo arregle la presidenta», dijo Yllanes a Negueruela. ¿No le produce cierto vértigo todo lo que se espera de usted?
—Sí, ya lo dije el día de la investidura. Es un honor para mí haber roto el estigma de que los gobiernos de la izquierda siempre fueran un paréntesis en Baleares. Puedo arreglar lo que puedo arreglar, no todo. De todas maneras, yo no le daría mucha importancia.

¿Será este pacto más difícil?
—No, es mucho más sólido. El hecho de que Podemos forme parte del Govern es un elemento muy positivo y garantiza mayoría. Eso me da tranquilidad y sosiego.

Ya han trascendido diferencias.
—Eso tiene que ver con el carácter y no va más allá. La relación es buena, tanto con Podemos como con Més. Surgirá alguna dificultad, es lógico, pero el camino es claro.

Quizás por eso Sánchez no quiere a Podemos, por las tensiones.
—Es que aquí no hay tensiones. Hay una relación total de confianza entre Podemos y el PSIB. El panorama político de España no tiene que ver con el de Baleares. Aquí estamos acostumbrados a negociar y a llegar a acuerdos. Y no de ahora, sino de hace tiempo. Aquí nos parecen normales los gobiernos de coalición. No pasa nada porque haya ministros de varios partidos.

Sin acuerdo, estaremos abocados a otras elecciones. Supongo que el Govern también necesita la estabilidad del Gobierno estatal.
—Sí. En la pasada legislatura autonómica tuvimos a tres gobiernos diferentes en España. No hay Presupuestos aprobados y eso nos crea problemas. Necesitamos un marco estable e interlocutores claros.

La presidenta del Consell, Catalina Cladera, quiere renegociar el convenio de carreteras con el Gobierno central. ¿Está de acuerdo?
—Sí. Lo comparto. Cuando, como presidenta del Consell, yo firmé el convenio con Fomento teníamos otras prioridades. Ahora que no se ejecutarán grandes obras de carreteras tenemos que buscar un convenio más amplio de movilidad y transportes.

¿Era necesario empezar la legislatura creando 20 cargos de confianza y aumentado el organigrama?
—Ahora gobernamos tres partidos y tenemos una conselleria más que hace cuatro años y dos secretarías autonómicas. Lo fundamental es la hoja de ruta, las políticas que queremos hacer. No es lo mismo un Govern que pone su empeño en recortar y otro, como el nuestro, que lo que quiere es hacer cosas. Hacen falta más funcionarios y más gente para poder gestionar. Y, aún así, creo que hemos hecho un Govern ajustado.

El sector cultural se alarmó cuando ‘cayó' la Conselleria de Cultura. Y todavía no se sabe quién llevará esa responsabilidad.
—La Conselleria de Cultura no cayó. Tenemos una Conselleria de Presidència, Cultura i Igualtat, del mismo modo que en el anterior Govern hubo en un primer momento una de Participació, Transparència i Cultura y, después, de Participació i Cultura. Y, además, va a ser una delegación directa de Presidència. La consellera Pilar Costa está en ello; la gente del mundo cultural tiene que estar tranquila. Será un área transversal como lo es Igualtat.

¿Será una persona independiente?
—Estamos en ello. La consellera Costa planteará su propuesta en un próximo Consell de Govern. Aún quedan varios nombramientos. Tenemos una ventaja, que partimos del trabajo hecho durante cuatro años.

¿Tiene constancia de que el conseller Negueruela [Model Econòmic, Turisme i Treball ] le haya ofrecido una dirección general a Inma de Benito, expresidenta de la Federación Hotelera de Mallorca.
—No lo creo. Además, la persona que usted dice creo que ahora está muy cómoda en la empresa privada. No me consta un ofrecimiento de ese tipo.

Usted sabe que hay quienes piensan que son los hoteleros quienes deciden el modelo turístico y que el conseller de Turisme siempre está a sus órdenes.
—Eso no es cierto. Aquí todo se decide desde la política. Nadie nos marca lo que tenemos que hacer. Nuestro compromiso es la gente y Baleares. Sólo nos debemos a la gente de Balears. Iago Negueruela es una persona absolutamente preparada. Ha sido un gran conseller de Treball y ahora lo será también de Turisme. Lo tiene todo para poder actuar en algo tan importante para nuestro modelo económico.

¿Es el vicepresidente a la sombra del su Govern?
—En este Govern todo es transparente y no hay vicepresidentes a la sombra. El vicepresidente del Govern es Juan Pedro Yllanes. Y Pilar Costa es mi mano derecha como consellera de Presidència. Estoy encantada con todo mi Govern. Tendría que citarlos a todos, a los conselleres y conselleras del PSIB, de Podemos y de Més.

Pero han sido los partidos y no usted quienes los han elegido.
—Es la cultura de los gobiernos de coalición. A veces hablo con gente del PSOE que ve raro que haya ministros de otros partidos. Y yo digo que es lo normal en los gobiernos de coalición. Yo soy la presidenta del Govern y la que dirijo el Govern. Estoy encantada pues está formado por gente muy preparada. Y hay muchos que repiten.

¿Se sienta su sustituto o sustituta en la mesa del Consell de Govern? ¿Será su último mandato?
—Pero si acabamos de empezar la legislatura... No, no hay sustituto porque no me voy a ningún sitio.

¿Hay un puesto en la Administración para Silvia Cano?
—Silvia Cano es la portavoz del grupo parlamentario socialista. Será una gran portavoz y tiene una gran capacidad de trabajo. Hay que fijarse en ese grupo parlamentario al que poco a poco va incorporándose la cantera del partido.

¿Qué definirá este Govern? Los acuerdos de 2019 no auguran grandes anuncios ni cambios.
—El cambio llegó en 2015. La pasada legislatura fue la del cambio frente a la imposición y los recortes y esta tiene que ser la de la consolidación de los derechos. Apostaremos por la diversificación económica, por la igualdad y por los derechos de la ciudadanía. El reto es el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático. La toma de decisiones será siempre colectiva. No hay que esperar grandes anuncios. Yo soy más de proyecto político que de anuncios estrella.

¿Temió alguna vez que Més se quedará fuera del Govern?
—No. Estaba convencida del acuerdo y de que todos entenderíamos el encargo que la ciudadanía nos hizo en las urnas.

No sé si usted ve IB3
—En general, veo poca tele.

Pero sabrá de sus reivindicaciones. ¿Deben internalizarse los informativos? Los partidos callan.
—Es un debate que tenemos hace tiempo. Lo primero que quiero agradecer es el trabajo de quienes hacen posible IB3, que nació de una determinada manera que hemos tenido que cambiar. Se ha hecho un gran trabajo. En cuanto a la internalización de los informativos, la dirección encargó un informe sobre posibilidades y costes que tendremos que analizar.

La Administración lleva camino de ser el primer medio de comunicación de Baleares a la vista del número de periodistas. ¿Le molestan las críticas de los medios?
—No, al revés. Necesitamos medios de comunicación fuertes. La independencia de los medios es hoy más necesaria que nunca. Nunca critico a un medio por publicar algo. La democracia no es posible sin medios de comunicación.