Astilleros Mallorca se desplazará al final del Moll Vell, donde instalará todos sus servicios e infraestructuras de mantenimiento y reparación de yates y buques. | Juan Luis Ruiz Collado

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La aprobación por parte del consejo de administración de la Autoritat Portuària de Balears (APB) del proyecto La mar es mi tierra, de la UTE Isla Arquitectos, para cambiar la actual fisonomía del contramuelle-muelle, se convierte en el inicio del ambicioso y necesario proceso de remodelación del puerto de Palma.

El presidente de la APB, Joan Gual, afirma que este proyecto «supone dar un salto cualitativo a la reestructuración y ubicación de los actuales servicios portuarios, que se ejecutará en varias fases. El principal cambio, entre otros, será el traslado de Astilleros Mallorca al Moll Vell, que se producirá en el plazo de cinco años una vez culminen las obras de construcción de cinco pantalanes en la zona del Dique del Oeste para los ferris».

La reforma del contramuelle-muelle, según uno de los arquitectos del proyecto, Juan Palencia, «implicará el traslado de servicios en esta emblemática zona portuaria, en la que se van a aprovechar y detectar los espacios que queden libres para convertirlos en uso público».

Palencia añade que a lo largo de varias fases se ejecutará el actual proyecto de ideas y luego el de ejecución: «Todo ello estará marcado por el desarrollo y culminación del desarrollo de obras previstas en otras zonas del puerto, que tienen especial relación con las infraestructuras que hay ahora ubicadas en el contramuelle-muelle».

Gual añade que el traslado de Astilleros Mallorca al Moll Vell «será el punto de inflexión, ya que se complementará con todo el proyecto de construcción de cinco pantalanes en el Dique del Oeste, en concreto en la zona en que se ubicó en su día Harinas Mallorca. Aquí, se construirán cinco pantalanes para uso exclusivo de los ferris con el fin de que se realice en este lugar toda la carga y descarga de mercancías y pasajeros».

Esta obra supondrá el trasvase de los ferris del Moll Vell y Peraires al Dique del Oeste. Una vez esta fase esté culminada, será cuando el proyecto de Isla Arquitectos pueda ejecutarse al cien por cien.

Palencia indica que la remodelación del contramuelle-muelle supondrá un cambio radical: «Se derribará el edificio que ocupa la Lonja y se trasvasará este uso pesquero al espacio que ocupa en estos momentos Astilleros Mallorca. El proyecto contempla que aquí también se instale el Museo Marítimo con toda una serie de cambios sin romper la estructura actual de U que tiene el solar. Es un cambio sustancial que solventará de raíz las actuales dificultades de acceso a este enclave pesquero y lúdico».

El presidente de la APB puntualiza que cuando culmine toda esta remodelación «Palma ganará una primera línea marítima de vital importancia, que se complementará con el proyecto del Club de Mar que elimina todas las barreras para acercar esta infraestructura portuaria a la ciudad».

Añade que el Passeig Marítim «ya no será la vía de circulación de los camiones procedentes de los ferris, ya que con el nuevo cambio y el estar ubicados en el Dique del Oeste utilizarán la vía de cintura». Afirma que el proyecto es viable y beneficioso para Palma.