Simulacro de catástrofes aéreas en el Aeródromo Militar de Pollença. | Pilar Pellicer

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Pollença amaneció este miércoles con algunas carreteras cortadas de forma intermitente y el sonido de las aeronaves que sobrevolaban los cielos en busca de un avión civil con 30 pasajeros a bordo cuya señal se ‘perdió' en los radares de la torre de Palma a las 8 horas. Se trataba de un simulacro (el Ejercicio Internacional de Búsqueda y Salvamento Cernia/Balsar), cuyo objetivo es evaluar los procedimientos de búsqueda y rescate en operaciones conjuntas civiles y militares con la idea de reducir al máximo los tiempos de reacción.

Este miércoles el punto exacto del ‘hundimiento' se localizó a las 9.20 horas y a las 9.45 embarcaciones de pesca descargaban a las primeras ‘víctimas' en el aeródromo militar de Pollença.

El aeródromo fue durante toda la mañana un hervidero de especialistas que fueron ‘rescatando' a los 30 pasajeros. Los más graves, fueron ‘evacuados' a los hospitales de Son Espases y Son Llatzer. El operativo finalizó a las 13 horas.

En el Ejercicio Internacional de Búsqueda y Salvamento participaron aeronaves de España, Francia e Italia, con observadores de Argelia, unidades de la Sociedad Estatal de Salvamento Marítimo, Guardia Civil, Dirección General de Emergencias, Cruz Roja Ibsalud y distintos observadores invitados.

El ejercicio estuvo dirigido por la Jefatura de Operaciones Aéreas especiales y Recuperación de Personal del Mando Aéreo de Combate del Ejército del Aire cuya coordinación se asigna al coronel jefe del Ala 49 y RCC de Palma. El aeródromo Militar de Pollença (por su proximidad al lugar del ‘accidente') sirvió de base de apoyo avanzado.

Este jueves se realizará un nuevo simulacro, esta vez en la zona de la Serra de Tramuntana, para medir el tiempo de reacción en rescates por tierra ante el choque de un avión militar con personal paracaidista.