José Manuel Díaz posa con una caja de ‘esclatasangs’ peninsulares. | L. Becerra

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La llegada del otoño marca la aparición de una de las joyas más preciadas de la gastronomía mallorquina: el buscado esclata-sang. A la brasa, aliñado con picadillo, en un ‘arròs brut' o como guarnición, su inconfundible sabor hace las delicias de todos los paladares.

Ayer visitamos el mercado del Olivar para saber si ya se pueden adquirir esclata-sangs mallorquines, a qué precio y de dónde proceden. De hecho, los cercadors ya han encontrado algunas unidades en la Serra, pero pudimos constatar que no han entrado en los circuitos de comercialización.

Los puestos del Olivar no ofrecían esclata-sangs autóctonos, sino setas similares que proceden de Soria y del Pirineo catalán.

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Temporada

José Manuel Díaz está al frente del puesto Ses Cireres. «De momento no sabemos cómo irá la temporada. Hasta ahora no tenemos nada de esclata-sangs mallorquines. Supongo que si vuelve a llover y suben las temperaturas nos traerán muchos. De fuera nos están llegando pocas cantidades, pero su calidad es muy buena. Son el producto estrella de la temporada. De momento, su precio oscila entre los 18 y los 34 euros el kilo. Cuando lleguen los mallorquines, este precio se duplicará y se alcanzarán los 50 euros», explica Díaz, ansioso por vender a sus clientes los primeros esclata-sangs de verdad.