Ante el anuncio del Govern de que deberá conceder la licencia comercial a la promotora inmobiliaria del proyecto de construcción, los ecologistas manifiestan su «hastío ante las posturas de muchos políticos, que parecen plegarse mansamente a las pretensiones de la multinacional inmobiliaria Unibail-Rodamco (URW) de destruir la última zona húmeda que queda en Palma».
Critican que, en el mejor de los casos, los políticos mantienen una actitud de «verlas venir», y recuerdan que todavía hay muchas cuestiones por dilucidar. Además, «la amenaza de una reclamación por lucro cesante es un clásico que los promotores agitan para amedrentar a los politicos y a la sociedad, que luego los tribunales desinflan sistemáticamente».
Para Amics de la Terra el centro comercial de ses Fontanelles supone «una aberración ambiental» en la que subyacen «impedimentos insalvables de naturaleza legal». Se refieren así al hecho de que el Plan Director Sectorial de Equipamientos Comerciales de Mallorca, que deriva de la Ley de Ordenación Territorial de Baleares, establece la «obligatoriedad de realizar un estudio de movilidad generada, solventando y financiando esas externalidades». Para los ecologistas queda claro cuáles son los impactos sobre la movilidad que ha generado el otro gran centro comercial de la zona, Fan Mallorca, que ha provocado «un colapso sin precedentes», según la entidad.
Por ello Amics de la Terra exigen a los políticos que «defiendan el interés ciudadano, simplemente aplicando las normas existentes, pues solo así acreditarán el servicio a la sociedad que justifica su presencia en la vida pública».
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