¿Por qué Bankia decidió impulsar las ponencias de Bankia Forward?
— En Bankia entendemos que estamos inmersos en una etapa de grandes cambios impulsados por la irrupción de las nuevas tecnologías y el consiguiente cambio de hábitos de nuestros clientes. Nuestra labor como entidad financiera es tratar de entender estos cambios y prestar a nuestros clientes el apoyo necesario para que tomen las mejores decisiones. En este sentido, Bankia Forward nace con el objetivo de ser un espacio para despertar, inspirar y ayudar a entender el cambio, con una actitud proactiva y anticipadora que complemente nuestro apoyo financiero.
¿Cree que las empresas están preparadas ante los cambios que se avecinan?
— Se está haciendo un importante esfuerzo, aunque las pymes, como no puede ser de otra manera, comparan en términos generales con un posicionamiento en los principales índices de transformación digital por debajo del puesto que ocupamos en términos de PIB. En las últimas décadas la irrupción de las nuevas tecnologías y el consiguiente impacto en los hábitos de nuestros clientes implica que los cambios cada vez ocurran a mayor velocidad, por lo que la transformación digital realmente no es una opción sino una necesidad para ser proyectos perdurables. Ahora bien, en esta transformación digital, nosotros en Bankia pensamos que es muy importante separar certezas de incertidumbres y tratar de ayudar a que también lo hagan nuestros clientes asesorándoles de la mejor manera.
¿Tienen miedo?
— No percibimos miedo, sino interés por ser capaces de adaptarse a los cambios para seguir siendo elegidos por los clientes. Esto realmente es lo que más les preocupa, ser más competitivos y captar nuevos clientes.
¿En qué sector están mejor preparadas las empresas? ¿Y en cuál, menos?
— Realmente no hay un sector que en esto se diferencie claramente de los demás, más allá de los estrictamente tecnológicos que siempre van en vanguardia en esta transformación digital. En cada sector encontramos empresas muy bien preparadas para afrontar los nuevos retos, porque lo verdaderamente importante es tener un buen modelo de negocio, tener claro qué quiere ser cada compañía, cómo aspira a ser percibida por el mercado y por los clientes, cómo es capaz de poner en valor lo que hace y, a partir de ahí, aprovechar las enormes posibilidades que ofrece la tecnología en términos de eficiencia y de experiencia de cliente.
¿Es difícil el momento actual para las empresas, en qué tienen que compaginar dos modelos?
— Cualquier proyecto empresarial siempre ha tenido que afrontar dificultades desde su puesta en marcha, siempre las ha habido y las habrá. Esto es casi consustancial a ser empresario. Los proyectos perdurables son aquellos que saben evolucionar y adaptarse, y esto en esencia no es diferente en el momento actual de lo que lo ha sido en el pasado.
¿Lo tienen más complicado las pymes o las grandes corporaciones?
— No existe un tamaño ideal. Lo importante es tener la estructura y el dimensionamiento adecuados para poder competir en óptimas condiciones y, tal vez, el dilema no esté tanto en tener un tamaño mayor como en ser capaces de romper las reticencias a colaborar entre empresas del mismo o de distinto sector.
¿Existen muchos problemas de financiación todavía entre las pymes?
— Vivimos años de mucha liquidez y de tipos de interés extraordinariamente bajos. Según la última encuesta realizada por el Banco Central Europeo, el 65 % de las pymes españolas encuestadas manifiesta que ha obtenido la totalidad de la financiación solicitada. Me parece un porcentaje relevante, sobre todo, porque en esa misma encuesta se manifiesta como principal factor de preocupación la dificultad para encontrar clientes, mientras que el acceso a la financiación se considera lo menos importante. Para obtener esta financiación es fundamental que tanto Bankia como el cliente establezcamos una relación de confianza mutua para entender mejor el proyecto a financiar y poder apoyarlo.
¿Qué le aconsejaría a una persona emprendedora?
— Que tenga clara su idea de negocio y que sepa definir su proyecto para, desde ahí, encontrar la financiación, la colaboración y la tecnología idóneas para ponerlo en marcha.