El nuevo director del aeropuerto de Palma, Tomas Melgar. | M. À. Cañellas

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El nuevo director del aeropuerto de Palma, Tomás Melgar, ha asegurado este viernes que la infraestructura está preparada para el Brexit y sus «posibles escenarios». Así lo ha indicado en un encuentro con los medios en el que ha explicado que, entre otras medidas, se reorganizará la recogida de equipajes para que se haga en una sala única, con una «solución provisional» inicial para el control de bienes en la aduana.

Todos los pasajeros pasarán por una misma sala y saldrán por el centro de la terminal, pero utilizando una salida diferente en función de la etiqueta de su maleta, que indicará si es de la Unión Europea.

De este modo se pretende dar respuesta al aumento de pasajeros no shengen que supondrá dar esa consideración a los británicos -uno de los principales mercados de Mallorca-. Hasta ahora, la recogida de equipajes de Palma para los viajeros de fuera de la UE se hacía en una sala más pequeña y separada del resto -conocida en la jerga aeroportuaria como 'burbuja'-.

Melgar no ha especificado cuándo se pondrá en marcha este cambio, si bien ha mantenido que estará listo para el 31 de enero, fecha prevista para el Brexit tras la victoria electoral del conservador Boris Johnson en Reino Unido.

Igualmente, Melgar ha mantenido que también están preparados para el cambio en cuanto al control de personas. Además, «muy probablemente» en el futuro Son Sant Joan implantará el sistema de reconocimiento biométrico que ya funciona en Mahón. Sí habrá que concretar otras casuísticas, como el viaje con mascotas.

Por otro lado, Melgar ha insistido en que el aeropuerto no va a crecer en capacidad puesto que «la sociedad no lo está pidiendo», sino «al contrario». El director de la infraestructura ha puntualizado que la capacidad declarada sigue siendo la misma desde 1997: un total de 12.000 pasajeros en hora punta, lo cual «no quiere decir que se utilice» toda esa capacidad.

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«Nuestra intención no es incrementarla, no hay ninguna necesidad», ha manifestado el director, que ha apuntado que el crecimiento de actividad en verano ha sido «prácticamente plano».

En cuanto al invierno, el último mes ha terminado «un poco por debajo del año pasado» y la previsión es cerrar 2019 con una tasa de más de un 2 por ciento. El mercado español y el británico están «funcionando bien», mientras que el alemán se comporta «un poco más flojo».

Además, Melgar ha apreciado que tras la quiebra de Thomas Cook, el resto de compañías han reaccionado «muy rápido» y han cubierto la pérdida.

Por otro lado, el nuevo director ha detallado algunos de los futuros proyectos, como la construcción de nuevos 'fingers' -que evitarán el desplazamiento de los pasajeros en autobús al avión-.

Asimismo, Son Sant Joan incrementará los porcentajes de energía renovable comprada, e instalará placas fotovoltaicas, con el objetivo de conseguir un 40 % de energía autoproducida. Para ello, ya están estudiando los espacios en los que se colocarán las placas solares.

También en materia de sostenibilidad, el aeropuerto inaugurará en unos meses una veintena de puntos de recarga para vehículos eléctrico y en el futuro prevé instalar cientos de ellos. Con esto, podrá ofrecer servicio a los rent a car a los que la normativa autonómica les ha impuesto porcentajes obligatorios de vehículos eléctricos.

Paralelamente, está en marcha un proyecto para un hangar de aviación general, cuya construcción ya ha sido adjudicada. En cuanto al plan de actividades complementarias para los terrenos del aeropuerto, Melgar ha insistido en que no se va a urbanizar nada nuevo y ha avanzado que se ha invitado al Govern, al Consell de Mallorca y al Ajuntament de Palma a trabajar conjuntamente. Melgar también está dispuesto a reunirse con los grupos ecologistas para trasladarles sus intenciones y ser «totalmente transparentes».