«Hay problemas que no son del Código Penal y que con reformarlo no se solucionan porque son de base», apunta la abogada Isabel Fluxà.
En una línea similar, el letrado y profesor universitario, Jaime Campaner considera que «la intención es buena»: «Valoro positivamente que, por fin, el legislador penal vaya a la raíz del problema, la educación. Ahora hace falta que se invierta en la implantación de las medidas y que estas se monitoreen. De lo contrario, la reforma no dejará de ser puro fuego de artificio, palabras biensonantes que quedan en un brindis al sol».
Los cambios en el Código Penal generan más dudas porque, sostienen que el actual ya castigaba con dureza los delitos contra la libertad sexual: «No es no y si no es un sí, es un no y aplicando la ley anterior también era claro», explica Fluxà. La abogada Tania Siquier sí considera que «se da respuesta a problema sociales que la anterior ley no daba» y apunta a la eliminación de la figura de los abusos sexuales que eran «difíciles de comprender» cuando se aplicaban a hechos muy graves.
Para Campaner esta parte de la reforma era «absolutamente innecesaria y no hace más que crear confusión»: «No se trata de engordar el Código Penal, sino de aplicar correctamente el que está en vigor desde 1995, al que le sobran más de la mitad de las reformas. De nuevo, la coyuntura social ha creado una indignación injustificada por supuestas insuficiencias del Código Penal que carece de toda base. El Código actual cubre todas las necesidades y castiga severamente cualquier conducta sexual que no cuente con el consentimiento del sujeto pasivo».
Fluxà, en esa línea apunta a que la jurisprudencia que se había implantado ya quedaba claro que sin consentimiento había delito. Sobre la introducción de ese concepto, Siquier recuerda que debe ser explícito y concreto y que esa exigencia provocará «ríos de jurisprudencia».
En cualquier caso, al final cada uno de los casos será cuestión de las pruebas que haya en el juicio y donde tendrá que demostrarse si hubo o no ese consentimiento. Siquier considera que no se produce una inversión en la carga de esa prueba, que le toque al acusado demostrar que fue consentido y no a la víctima que no lo fue: «Siempre va a primar la presunción de inocencia, pero se trata de orientar de forma más expresa la interpretación de esa prueba». Fluxà apunta a que el anteproyecto no matiza qué es ese consentimiento.
Problemas
El también letrado, Carlos Barceló, considera que esa exigencia plantea problemas: «¿Cómo acreditas que existió ese consentimiento en un juicio en el que, como casi siempre ocurre en estos casos, será la palabra de uno contra la del otro?».
Siquier señala que la principal novedad de la normativa es la introducción de otros tipos penales como el acoso callejero: «No se está penalizando un piropo sino que se evitan conductas cotidianas repetidas que pueden dañar la moral sexual de determinadas mujeres. El problema será saber distinguir cuándo es una conducta propia de un acoso o se trata de algo aceptable socialmente».
El caso en el que la Audiencia absolvió porque no se expresó la negativa
Uno de los casos cuyo resultado podría haber alterado la nueva legislación fue un supuesto límite juzgado por la Audiencia Provincial hace un año.
Un joven estaba acusado de agresión sexual hacia una menor de 16 años con la que había salido, charlado y tomado unos porros. Se le pedían 10 años y medio de cárcel. La sentencia fue una absolución sobre todo porque la víctima no manifestó de forma «seria y persistente» esa negativa: «No queremos afirmar con ello que hubiera expresamente consentido, pero sí que cabe esa posibilidad».
El abogado que defendió ese caso, Carlos Barceló, señala que la nueva legislación haría más difícil esa absolución que no fue recurrida y que es firme.
8 comentarios
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Es pésima. La ley mal redactas lo llamativo es que el que acuse debe probar, y la ley lo qué haces es que el acusado deba probar la inocencia, con esta ley lo de la manada verían reducidas sus penas 15 años por tocar un culo ... l
Es lo único con lo que puede mantenerse en la silla liando gresca con la sociedad.
La justicia una asignatura pendiente, más política y hermanda que n 7unca, cuando se ha visto que un fiscal y un juez tomen café o vayan de fiesta, donde está la separación de poderes o la objetividad bien entendida, todo el mundo tiene miedo a criticar lo que es evidente, que tenemos unos políticos ineptos que no van con los tiempos y una justicia que va detrás apilando todo este mejunje. No he creído nunca en la justicia, ni en abogados, porque todo se basa en el dinero y no en la lealtad, viendo que estos muchos servicios ni lo pueden cobrar con la justicia gratuita, muchas defensar dejan mucho que desear también, que la ignorancia no denuncia por trabajos inacabados o mal presentados. Estoy viendo lo que dice el Fiscal en el caso Salas de Valencia y te das cuenta, que todo son influencias, dinero y poder. Que la corrupción sigue ejerciendo detrás de los bastidores sin ser vista ni aclarada, porque las cloacas los tapan todo. Soy uno de esos pataleados por el sistema que no creo
Tranquilos todos, que si no sois violadores no os pasará nada.
El hombre de cada vez está más desprotegido ante la ley.
La hacer bascular penas tremendas bajo la prueba del consentimiento es una arma diabólica porque las relaciones sexuales se producen muchas veces en circunstancias difusas, por ingesta de sustancias, por estados emocionales, por juegos o por estados mentales dominados por pulsos animales. Determinar los límites al consentimiento son el mismo consentimiento y se sabe que la mente reconstruye la memoria con lo que los abultados plazos de prescripción serán serán la espada de Damocles del resentimiento. Al final, el "SÍ ES SÍ" se tendrá que determinar circunstancialmente, como siempre, pero los procesos de victimización y la capacidad de interpretación pondrán en la picota a inocentes porque muchos jueces no querrán someterse a la presión mediática, en muchos de los casos que vendrán se producirá una auténtica inversión de la carga de la prueba y se doblegará el principio de la presunción de inocencia. Estamos en manos de iluminados, lo que más les preocupa es el circo a cambio de votos.
No es una ley, es un capricho ególatra de una señora que no tiene ni idea de lo que hace ni de lo que dice. Pagaremos todos y todas las tonterías de los payasos de la tele
Eso si: la borrachera será una atenuante si es masculina y una eximente si es femenina.