Estos días no se podrán dejar trastos en la calle en ningún caso. | Redacción Local

TW
1

Emaya suspende la recogida de trastos en la calle y también la domiciliaria a fin de mantener los servicios básicos de recogida de residuos y la limpieza de la ciudad. Para ello se reclama «comprensión y colaboración» a los ciudadanos y se advierte de que sacar trastos será una infracción que podrá ser sancionada con entre 100 y 750 euros (según la cantidad, si entorpece la limpieza, ...) y hasta 1.500 euros si hay reincidencia.

Cort fijó este lunes nuevas medidas en aplicación de Real Decreto por el que se declara el estado de alarma por la crisis sanitaria provocada por el coronavirus. Así, se toman las medidas precisas para «garantizar los servicios esenciales: el suministro de agua potable, las reparaciones de la red y el servicio de saneamiento». Además, el servicio se limpieza se reduce de acuerdo a la disminución de las actividades (comercial, ocio, turismo ...) y los puntos verdes permanecerán cerrados. Se suspende asimismo la atención presencial.

En los hogares que haya confirmados casos de coronavirus o situaciones de riesgo pendientes de estudio «los residuos se deben tirar en bolsas bien cerradas», advierte la empresa.

Noticias relacionadas

Otra de las medidas acordadas es la habilitación por parte del área de Seguretat Ciutadana de un nuevo teléfono de información ciudadana, el 900 710 092.

Queja de trabajadores
Por otro lado, las medias de contención de la propagación del virus acordadas por Cort ha motivado que ayer trabajadores del Consistorio denunciaran que «nos hacen ir a trabajar cuando están suspendido los servicios y nos reunimos todos allí sin nada que lo justifique».

En teoría, argumentan, «los servicios mínimos son para servicios esenciales pero a los trabajadores de todos los servicios nos hacen acudir», algo que consideran «un sinsentido».

«Bibliotecarias con bibliotecas vacías, servicios tributarios sin atención al público, personal administrativo de todas las áreas obligados a ir al trabajo con los servicios suspendidos. Hoy había más gente que un día normal, una vergüenza», concluyó una de las trabajadoras afectadas.