Profesor, ¿cómo se encuentra? ¿Cómo lo lleva?
—Estoy bastante acostumbrado al confinamiento, de algún modo la vida académica lo lleva; la diferencia es que ahora no es voluntario. La ventaja es que permite aprovechar mejor el tiempo.
¿Esta crisis nos está cambiando a nivel individual o colectivo?
—Aristóteles ya decía que cuando una flecha alcanzaba un guerrero no había que preguntarse quién y cómo había resultado herido, lo primero era sacarle la flecha. Ahora es el momento de la ciencia, la filosofía vendrá después. Pienso que hay que ser prudente con las reacciones, desde las apocalípticas hasta las ideológicas, pasando por las humanistas. Conociendo el contexto anterior, de donde veníamos, hay unas tendencias que se acentuarán.
¿A qué se refiere?
—Me refiero al control de los individuos, que si no estamos alerta se perpetuará y se abrirá el debate sobre la libertad y su uso inadecuado. También el teletrabajo se ha convertido en un campo de pruebas para las empresas, otra tendencia que se puede normalizar después de esta crisis y que puede evidenciar la posibilidad de prescindir de más personal. Otro aspecto que se planteará será el del ocio, como un nuevo modelo de vida sin tener que dedicar tanto tiempo al trabajo. Las comunicaciones virtuales, nuevas formas de cultura ... Y tampoco hay que despreciar que haya gente que haya descubierto en el confinamiento otras maneras de entretenerse y que no tenga tantas ganas de salir de casa.
Plantea casi otra sociedad, un punto y aparte ...
—Efectivamente, puede ser un punto y aparte; en especial en lo que se refiere a la incidencia del movimiento tecnológico.
La frase es recurrente y se recuerda en estos momentos: «Toda crisis es una oportunidad...»
—Soy escéptico. Creo en la experiencia y en la memoria, la crisis económica de 2008 acentuó la situación anterior. Esta frase es una fantasía de la gente. El capital es egoísta y busca el máximo beneficio, que es lo que mueve la realidad. Basta ver que ahora los estados se han cerrado en sí mismos, las autonomías, la propia Unión Europea; todo se ha fragmentado otra vez.
A nivel ciudadano las muestras de solidaridad son continuas ...
—Hay niveles diferentes. Se ha recuperado lo cercano, las reacciones son más civilizadas. Pero también se hace más visible la precariedad, la fragilidad de la sanidad pública. También la fragilidad de los humanos, y es que el hombre también se puede extinguir y esta epidemia es una alerta. Por regla general la gente olvida pronto. No sólo habrá víctimas por el COVID-19, también las habrá en el terreno económico, porque no debemos olvidar que el dinero que se ofrece en las ayudas habrá que devolverlo. Francamente, el futuro más inmediato lo veo muy oscuro.
¿Por qué apenas se habla de la muerte? El otro día el obispo Taltavull se emocionó cuando hablaba de muertes clandestinas.
—La muerte siempre ha estado acompañada de grandes rituales y ahora no hay nada que los sustituya, pienso que será necesario organizar ceremonias colectivas en recuerdo de los fallecidos en esta epidemia. Ya vivíamos de espaldas a la muerte, que también tiene un sentido pedagógico como forma del tiempo de nuestra existencia. Percibo una recuperación del pánico a la muerte, ahora la tenemos aquí, cerca y el no querer enseñarla nos ha debilitado. Es lo de siempre, hasta que no llega el desastre no nos damos cuenta de nuestras necesidades, por eso creo que hay que potenciar la memoria y la experiencia. Mire, los youtubers y los influencers, tan famosos en estos tiempos, no nos salvarán, lo harán quienes hayan estudiado. Es por eso que defiendo la recuperación de la memoria y la experiencia.
¿Cambiarán nuestras relaciones sociales? ¿Se perderá la ‘mediterraneidad' como manera de ser?
—Los individualistas, los prepotentes, los narcisistas... Estos han sido muy golpeados por esta situación. Creo que se recuperarán las reflexiones clásicas. Para los japoneses tocarse es un tabú, pero es posible que ahora nos volvamos más distantes en el contacto personal aunque tampoco creo que cambien mucho nuestras costumbres. Quizá se impongan algunos hábitos nuevos derivados de esta pandemia.
A título personal, ¿qué es lo que más le ha sorprendido de esta crisis?
—La censura informativa. Nunca me había sentido tan engañado como ahora. La información oficial se ha planteado como una sucesión de curvas y números obviando la realidad. ¿Dónde está el sufrimiento de la gente? No sé si es por proteger o porque no interesa contarlo.
La UIB ha decidido acabar el curso de manera ‘virtual' ... Vamos, que no se volverán a abrir las aulas.
—Personalmente no fomento la relación con los alumnos, tengo claros los papeles entre el profesor y sus alumnos (admite que no es propenso a la cercanía pero le gusta la docencia por el contacto con los jóvenes). No obstante, las clases por videoconferencia es una fórmula nueva para la vida académica, aunque ya se utilizaba en másters y conferencias; no tanto en el día a día. Las herramientas que utilizamos son muy útiles y los estudiantes son adultos y responsables. No obstante, admito que ahora será más difícil interactuar.
15 comentarios
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El futuro es muy incierto, caeran muchas estructuras economicas y el sistema productivo se tendra que repensar. No es que aprendamos de la nueva situacion y nos volvamos menos consumistas, por ejemplo, es que no tendremos opcion de volver al consumismo de las decadas anteriores y todo sera mas precario. Viajara el que tenga dinero de sobras, porque los viajes baratos y a cualquier lugar y hora seguramente se han acabado. En cuanto al contacto personal, en cuanto haya una vacuna volveremos a las viejas costumbres, pero los restaurantes y cafeterias no volveran a estar tan llenos. Me temo que volveremos a estar al nivel de la decada de los 70.
Lo que hem de fer és a partir d'ara ser més humans i mirar d'ajudar un poc als demés. Vivim a una societat on volem demostrar que som els més guapos i que tenim sa millor feina, es millor cotxe, sa millor casa...sense mostrar mai els nostres sentiment ni ses nostres debilitats. Necessitam més HUMANITAT!!! No oblidem que estam aquí de passada!!!
Totalmente de acuerdo los medios de comunicación TV , internet Totalmente de acuerdo los medios de comunicación están camuflando el sufrimiento de las personas por un familiar o amigo,no digo que tengamos que estar todo el día apenados y guardando luto pero un poco de realidad en los medios parece todo muy virtual
pongo estos temas que en esta crisis hoy no se habla; 1- los nuevos herederos en todo el mundo, a nosotros nos interesa hablar de Europa, tema inmuebles, el mercado se colapsara de herederos que quieren vender como sea? que va a pasar con los locales? si los restaurantes, bares, discotecas, gimnasios, tiendas de bicicletas, excursiones, eventos, fotógrafos, músicos, cierren si no puedan trabajar sin turistas? 2- los niños edades 7-12 que ya piensan por ellos mismos como les va a afectar a largo plazo esta experiencia? gracias y salud a todos.
¿Qué tendran que ver los fachas con todo esto?¿Acaso sabes lo que es un facha? Explícalo a ver si sabes qué es o eres otro ignorante usando esta palabra...
Diuen que un meteorit va extingir els dinosaures. El covid extingirà els influencers i els youtubers. Esper que amb tot el desgavell que deixarà la pandèmia, després siguem capaços de reinventar-mos, i donar valor a la humiltat de les persones com a tals, no com a productes. Pau, pensaments molt sencers els teus. M'en record quan vam coincidir a la feina a finals dels 90, et veia com una persona capaç de resoldre problemes sense desepentinar-te. Al món fan falta més pensadors com tu, salut i força.
Lo unico que veo es que esta situacion a desnudado el alma de muchos y lo que se ve es horroroso. Cada vez hay mas fachas reprimidos.
Lo que vendrá luego la historia nos lo ha enseñado. Doctrina del Shock. Vendrán a vendernos seguridad y salud que en realidad enmascara un recorte de libertades. Y harán un llamamiento al sacrificio (de los de siempre como no), recortes salariales y bajada de impuestos para ser más “competitivos”. Y todo esto acompañado de una llamada al individualismo para incentivar el consumo de bienes e impedir la construcción de redes de solidaridad en comunidades. Aunque nos dirán es por precaución y por nuestra salud. A ver si está vez les ganamos la partida al capitalismo...
La pregunta es, después de Navidad todos somos mejores.Vamos en serio a aprender algo de lo que está pasando, tiempo al tiempo.
Habra tenido que pensar mucho para tal declaracion