María Pía Cerdà se está recuperando en su casa y le hacen un seguimiento sobre todo telefónico. | Redacción Local

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Con 59 años, María Pía Cerdà es una vecina de Palma que fue diagnosticada hace varios meses de un cáncer de mama. Lo que ya de por sí es una situación muy dura, a ella, como a muchos otros pacientes, se le ha solapado con una crisis sanitaria mundial como nunca se había vivido.

Sin embargo, incluso con un sistema sanitario revuelto e inmerso en la reorganización, su caso se ha llevado con tiento y éxito, de ahí que se haya animado a contar su historia.

¿Cuándo le dijeron que tenía cáncer?

—Me diagnosticaron el pasado mes de agosto y empecé el tratamiento en septiembre con quimioterapia. En aquel momento era lo que me aconsejaron los médicos para reducir el tumor antes de poder operarlo. Primero hice cuatro sesiones muy ‘heavies' cada 21 días y al terminar hice doce sesiones semanales más suaves, pero cuando vas acumulando quimio las secuelas son más graves.

¿Recibía apoyo psicológico?

—El apoyo de los médicos es muy importante, o por lo menos para mí. Me han acompañado mucho y la manera de cómo te cuentan todas las cosas... Después está todo el apoyo anímico que te da la Asociación Española contra el Cáncer (AECC) de Balears. Una compañera de trabajo que se recuperaba me recomendó que fuera y ahí encontré una puerta que me abrió el camino.

¿Para cuándo tenía la operación?

—A mediados de febrero tuve que suspender dos sesiones de quimioterapia por la toxicidad y se consideró que no podía soportar más el tratamiento. Comprobamos cómo había ido y el resultado de la resonancia fue muy bueno, la reducción era importante y los doctores consideraron que podía operarme, así que a principios de mazo empecé con el preoperatorio en la clínica Juaneda. Me citaron para el día 24.

Una semana después de decretarse el estado de alarma…

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—Sí, pero la operación y la reanimación estuvo muy bien. A las 24 horas me dieron el alta porque se consideró que estaría mejor en casa que en el hospital. Después me explicaron cómo hacer las curas y me las hice yo misma hasta que volví a que me quitaran los puntos. A los cuatro días me llamó el doctor para saber cómo estaba y a la semana fui de forma presencial.

¿Ha sido difícil pasar el postoperatorio en casa o hacer las gestiones necesarias?

—Me han dado muchas facilidades. Por ejemplo, me llamaron del centro de salud directamente porque tenía cita para recoger el parte de confirmación de baja y ya me dijeron que no me preocupara, que recibiría una llamada del doctor y que no tenía que salir a buscar nada. En mi caso no tengo ninguna queja de ningún servicio, ha salido todo bien.

¿Sigue en contacto con la AECC de Balears?

—Tuvo que suspender todas las actividades presenciales pero la verdad es que el apoyo por whatsapp y on line sigue y por ejemplo la actividad del gimnasio se hace con vídeos.

Y en su estado ¿cómo lleva lo del confinamiento?

—Vivo con mi marido y lo llevamos muy bien porque tenemos aficiones como la lectura, la música y las mismas obligaciones de casa, pero la vida sigue y echas a falta el contacto con los compañeros que viven lo mismo que tú y por supuesto, ante todo, añoro ver a nuestra gran familia.

¿Forma parte de una familia numerosa?

—Sí, somos siete hermanos y sus correspondientes parejas, hijos y nietos y luego están nuestros amigos. Los añoro a todos, lo mismo que salir a la calle pero todo llegará.