Que nuestro sistema tiene los pies de barro, y que ha bastado un virus con una tasa de letalidad inferior al 0'5% para poner en jaque a casi todos los países del mundo, sobre todo a los del hemisferio occidental.
Que el reinado del mercado al que nos obliga el capitalismo neoliberal ha llevado a nuestra sociedad a un nivel de precariedad en el que un parón obligado de uno o dos meses supone una catástrofe para millones de familias en nuestro país, que ya estaban viviendo al límite, sin capacidad de ahorro, por culpa de los bajos salarios y viviendas a precios absurdos debido a la especulación.
Que en Baleares era completamente delirante y muy peligroso poner casi todos los huevos en la cesta del turismo, y a pesar de llevar décadas oyéndose el discurso de la diversificación, la realidad es que nos deshicimos de casi toda nuestra industria y sector primario.
Que cuando todo va bien, hay muchos que quieren bajar impuestos, reducir las instituciones y privatizar servicios públicos, pero resulta que cuando pintan bastos, estos mismos neoliberales de pacotilla aúllan pidiendo ayudas públicas y critican la falta de medios de la sanidad pública que ayudaron a recortar con sus decisiones o sus votos.
Que la manta del Estado no está pudiendo tapar todos los pies, y ahí la sociedad civil organizada, el voluntariado, y la sociedad en general, están dando una lección de compromiso y solidaridad, movilizándose y coordinándose con las entidades públicas para paliar en la medida de lo posible la grave situación en la que quedan muchos colectivos.
Y ahora, ¿qué hacemos? Pues ahí van un par de ideas:
Necesitamos un sistema y una sociedad más resiliente, y para eso en nuestro país hace falta reforzar el sector público: la sanidad, la educación, las comunicaciones y los servicios sociales deben crecer y mejorar. Los servicios públicos son lo que mejor garantiza los derechos y la igualdad de oportunidades de la ciudadanía. Necesitamos más y mejores hospitales, colegios, universidades, trenes, residencias y coberturas sociales.
Los ricos generalmente no necesitan servicios públicos, ya los tienen privados, y por eso al Consejo de dirección del Santander, a Ana Rosa o a la familia Matutes no les gusta pagar impuestos. Necesitamos que quien más tiene tribute más, y si no tributan en este país, que pierdan sus privilegios. Los beneficios del Santander en 2019 fueron de 6500 millones de €, menos de lo que costará la Renta Mínima Vital para millones de ciudadanos.
Que las leyes del mercado libre dicten los precios de todo es monstruoso, llegando a absurdos como la especulación y las subastas encubiertas entre países por adquirir material sanitario de primera necesidad. Necesitamos un sistema en el que los mínimos estén garantizados para todos, y eso implica, por ejemplo, una reserva de alquileres a precios razonables y limitados.
La globalización ha implicado que tengamos un sistema de distribución de mercancías ilógico e increíblemente contaminante, que nos obliga a consumir productos del otro extremo del mundo porque sus costes de producción y transporte son más baratos que producir aquí, mientras dependemos de una economía de servicios basada en que cada año vengan millones de turistas. Esto debe cambiar. Debemos reindustrializarnos en base a un modelo no contaminante, y el sector agropecuario debe desarrollarse favoreciendo la producción ecológica de kilómetro 0. No se trata de eliminar el turismo de nuestra economía, sino de compaginarlo con estas otras actividades, y que la insularidad, por una vez, no sea un problema sino un motivo para fabricar o cultivar muchas cosas que ahora importamos, y que se están demostrando imprescindibles para nuestro día a día.
La normalidad previa a la pandemia no va a volver. En parte porque no se podrá, ya que deberemos cambiar maneras de trabajar y relacionarnos, y en parte porque no deberíamos permitirlo, porque queremos mejorar. Podemos y debemos aprovechar esta situación para construir un sistema más justo y que tenga la mejora de la vida de las personas, y no los beneficios económicos de la élite, como objetivo primordial.
8 comentarios
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Un bon article que recull evidències, però les dretes ignorants que no poden admetre , ni tampoc saben argumentar en contra de les demandes de justícia socials i ambientals, insulten el articulista, menteixen i l’hi atribueixen, valors, idearis i arguments que jo mai he llegit en lloc que defensés.
Sr Jurado si tan a disgusto está en un régimen capitalista q le mantiene su paguita política para ser Casta, y a la que no ha renunciado para contribuir al bien común... siempre puede emigrar a su querida Venezuela, ese régimen ideal al que idolatran pero... prefieren vivir de su paguita política y un perverso régimen capitalista.
Señor Jurado La clave de su artículo es cómo vamos a pagar esos servicios sociales si se dedica a destruir la economía. Si les quitamos ese dinero a los ricos, no da ni para dos semanas de pagar servicios sociales. Usted lo sabe, o debería saberlo. Una vez le hemos quitado el dinero a los ricos, ¿de dónde lo sacamos si hemos destruido la economía? El objetivo primordial del sistema no es los beneficios de la elite, sino que su estímulo para enriquecerse sirva para crear puestos de trabajo y por lo tanto riqueza para todos, con la que pagar la mejor sanidad pública, que por cierto la tenemos en España, aunque para gente como usted esto varía según quien gobierne. Su alternativa de quitar el dinero a los ricos se ha hecho en Venezuela o Cuba. Creo que pocos mallorquines se irían allí, incluido usted.
Y este elemento que tanto sabe, que riqueza ha creado? Cuantos puestos de trabajo? En que sector? Es el gobierno de Venezuela que lo financia su modelo? En que país comunista hay riqueza y libertad? Cuba? China? Corea del Norte? Menudas recetas nos da este fenómeno.
Con estas recetas que Vd. señala vamos directos al infierno chavista. Con todo lo que está cayendo ¿dónde está el paraíso prometido de su estimado Podemos?. Sr. Jurado, siga, siga que Vd. ya forma parte de la casta aquella que bien se cuidaron de desacreditarla en su tiempo. Qué bien se vive del presupuesto público y qué fácil es instaurar cátedra.
si le parece PODEMOS imponer el modelo de los antiguos países del este o los modelos bolivarianos ....con todas sus libertades incluidas ,y poner al frente de todo esto al señor Monedero ,ejemplo de como se deben pagar los impuestos y al señor Jarabo al frente de las políticas de vivienda ,por el tema de los re alquileres... viven ustedes en otro planeta...
Totalmente de acuerdo con lo que dice el autor del articulo. Pero desgraciadamente nada de eso pasará. Lo que vendrá será todavía mas pobreza y precariedad.
Señor Jurado, olvidó mencionar 2 factores muy importantes que también deben cambiar: 1. Caras bonitas con ojos vacíos y los musculosos sin cerebro, guiadas por influencers de ojos aún más vacíos, lo que significa obligarlos a leer y estudiar más para llenar los remanentes de sus células grises existentes con conocimiento y sabiduria. 2. Las redes sociales son una droga muy adictiva y peligrosa, por lo que quizás encuentre una solución para proteger y salvar a las futuras generaciones del "zombiismo".