En los primeros días del estado de alarma muchos mallorquines sufrieron ansiedad. Tal y como señala Javier Torres, decano del Col·legi Oficial de Psicologia de les Illes Balears (COPIB), «ya hemos detectado personas que temen contagiarse o no quieren salir de su casa tras el desconfinamiento. En cuanto volvamos a la normalidad vamos a empezar a ver multitud de casos de afectación psicológica».
Torres advierte que habrá un repunte de conflictos familiares, suicidios, enfermedades mentales, adicciones, así como un alza de casos de violencia de género.
Desde el COPIB muestran su preocupación por los casos que ya se han visto durante el estado de alarma: «Los familiares de los fallecidos durante el confinamiento no han podido despedirse de ellos ni hacer un duelo. Un día los dejaron en el hospital y la siguiente noticia que tienen es que ha fallecido», dice Torres. La factura psicológica será muy alta.
«Nadie estaba preparado para el confinamiento de la noche a la mañana. Hemos recibido llamadas de gente que vivía en una habitación o personas mayores que no podían salir de casa y temían morir solos», describe Torres.
Vulnerabilidad
El COPIB ha trasladado a las instituciones la necesidad de seguir manteniendo el servicio de apoyo psicológico para «muchas personas que se encontrarán en una situación de extrema vulnerabilidad», con el objetivo de que «el panorama post-pandemia no se enquiste, se cronifique y poder volver a la normalidad cuanto antes».
Afectados por Trastornos Obsesivo Compulsivos (TOC) que se limpian un centenar de veces las manos al día, hipocondriacos que se analizan por si tienen los síntomas de la COVID, enfermos de depresión encerrados en casa y ataques de ansiedad han sido la tónica de estos días.
El psicólogo Jaume Reynés analiza diferentes perfiles que con la pandemia se han agudizado y que suman nuevos casos. «El TOC calma la ansiedad con una pulsión y aquellos obsesionados con la limpieza han confirmado que no estaban equivocados: el miedo a la contaminación y la limpieza obsesiva han venido firmados por decreto», explica Reynés. Lo que ahora les alivia, a medio plazo les supondrá un aumento de la ansiedad.
Si el TOC afecta al 5 por ciento de la población, la hipocondría supone el 2 por ciento y personas sanas podrían caer en esta dolencia al ver más peligros a su alrededor. La depresión afecta al 20 por ciento de la sociedad y la ansiedad, a otro 20 por ciento, que se ha disparado a medida que veían las noticias con contagios y fallecidos.
Niños
Reynés advierte que las medidas de distanciamiento social afectará a los niños de tres, cuatro y cinco años. «Las imágenes de niños franceses en un patio dentro de un cuadro de tiza suenan mal. Tienen prohibido abrazar, dar besos y si interactúan con otra persona, les rectifican. No se sabe cómo les afectará». La pérdida de medio año de escolarización y este nuevo paradigma social «les entrará a fuego».
Por otro lado, las medidas que se están planteando para esta ‘nueva anormalidad' también dejarán huella si se impone el pasaporte sanitario, la geolocalización o la segregación sanitaria.
«Existe una pandemia mundial de síndromes psicológicos y psiquiátricos y la prueba es que el fármaco más vendido es el ansiolítico», dice el psicólogo.
620 llamadas al servicio gratuito de psicólogos
El 27 de marzo el Govern puso en marcha el servicio de atención psicológica a la ciudadanía en colaboración con el COPIB y hasta la semana pasada habían atendido 620 llamadas.
Las causas eran de lo más variado: no poder gestionar el confinamiento, las relaciones entre padres e hijos, duelos no resueltos por el fallecimiento de familiares por COVID, víctimas de violencia de género o pacientes de salud mental que habían dejado de tomar su medicación.
15 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
En el campo cercano de la dietética y la vida sana, el confinamiento se ha convertido en un aconfi(t)amiento.
Como paciente siquiátrico, mi experiencia es que la IB-Salut me garantizaba unos mínimos de asistencia, pero no consultas seguidas, para las cuales se ha de recurrir a la siquiatría y sicología privadas,
... un aspecto positivo dentro de la catástrofe, es que LA GENTE NO ESTÁ RECURRIENDO EN ABSOLUTO A LA RELIGIÓN NI A LAS SUPERSTICIONES para lidiar con la crisis, al menos algo hemos avanzado desde la edad media...
las instituciones no son capaces de gestionar los problemas sociales en tiempos normales ....parece improbable que den solución a las consecuencias de la pandemia ... el panorama son recortes y rescate...
Soy medico de familia en ejercicio en Palma . Lo preocupante es que los dispositivos de asistencia pública en Salud Mental no podran , ni de lejos , absorber tal demanda de asistencia especializada . En fin , salvese el que pueda ....
Ya no es sólo el miedo a contagiarse, es un cúmulo de preocupaciones como la inseguridad y la incertidumbre, la desilusión, el batacazo económico, afrontar la realidad con tantos cambios y el no sentirse seguro y protegido por un gobierno que es incapaz de gestionar una situación tan arriesgada para todos los españoles....Creo que todos estamos aco.onados...
Parece que los profetas y los "malagüeristas" hayan conseguido salir a la calle, todos a la vez. ¡¡¡ VAYA POR DIOS !!!
Lo que hay no es epidemia mental sino empanada mental.
Mucha culpa la tiene el periodismo alarmista y sensacionalista de este país..se lee cada noticia de pena x ahí que vamos
Bueno... Es lo que se ha fomentado creando un clima apocalíptico, de miedo, incertidumbre y que si máscaras, no tocar, no acercarse, cita previa... Ahora gran parte de la población no vive con miedo. Viven con pánico. Que pensamos que sentirán los adolescentes sin ir al instituto, habiendo quitado todo contacto social? Creo que las secuelas psíquicas serán peores que los de esta enfermedad. Ojalá me equivoque.