«Hubo una reunión familiar una semana antes de iniciar el confinamiento y se contagiaron muchos», explica ahora uno de sus tres hijos, Martí Capellà. Y lo hace ahora porque pasó mucho tiempo hasta que entendieron qué había sucedido realmente. Empezó el confinamiento y a los pocos días su padre «perdió el hambre, estaba cansado, le costaba caminar». A su vez «mi madre tenía vértigo», tampoco se encontraba bien.
Hay que situarse, por aquel entonces, sólo se consideraban síntomas sospechosos de COVID-19 la fiebre, la tos y los problemas respiratorios así que cuando al miércoles siguiente llamaron al centro de salud nadie sospechó nada. «Nos dijeron que teníamos que vigilarlo en casa», explica Martí.
La fiebre llegó a los dos días y el mismo viernes ingresó en la UCI de Son Espases. Era la semana en que la pandemia llegaba a su fase crítica y se disparaban los nuevos casos y las hospitalizaciones. «Todo el mundo iba desbordado», recuerda. «Al día siguiente nos dijeron que había dado positivo en coronavirus y no supimos nada más». Fue entonces cuando empezaron a relacionar síntomas de varios miembros de la familia. «Mi tía ingresó al día siguiente», explica Martí Capellà.
Mientras tanto, su madre se iba recuperando en casa. «Había estado tan mal que no lo vio sufrir. Para ella fue como si hubiera salido a desayunar al bar y no hubiera vuelto».
Esa semana se aprobó un protocolo que les permitió recibir una llamada a diario del hospital en la que se les informaba de la evolución de su padre. «Mi hermana Assumpta estaba pendiente del móvil, cuando tenía el parte diario nos lo pasaba al resto. Mi hermana Margalida avisaba a la familia y yo a los amigos de mi padre a través de los grupos de Whatsapp de su móvil». Entre todos tejieron una red de comunicación que se convirtió en una pequeña montaña rusa emocional. «Nos iban diciendo: leve mejoría, progresa, le haremos una traqueotomía…».
Pero llegó el 12 de abril. Un médico intensivista de Son Espases les llamó: «Tiene mala pinta», les dijo. Su caso se había complicado con una infección bacteriana. Tolo Capellà fallecía esa misma madrugada, a dos boxes de distancia de su hermana Isabel, que a día de hoy se recupera satisfactoriamente en la UCI.
Tanto el hospital, como posteriormente la funeraria, hicieron con ellos una pequeña excepción y si entonces sólo se permitían visitas de tres personas, accedieron a no separar a sus tres hijos y su esposa en esta despedida.
Con la partida de Tolo Capellà, el enésimo paciente que se fue por coronavirus, se marchó un empleado de banca jubilado, abuelo de seis criaturas, padre de familia numerosa y una gran persona solidaria. Los mensajes inundaron entonces las redes sociales pues años atrás inició una cadena de ayuda para llevar comida a Zaqueo y Can Gazà junto con sus compañeros de La Salle, la Gent Gran de Son Real, el club parroquia Horizonte y los veteranos del club de básquet Hispania.
La familia es residente del Vivero, en Palma, donde le echarán de menos en la cafetería Avante, que solía frecuentar. Pero también en el Menfis dels Hostalets, de donde era originario Capellà. La pandemia se ha cobrado 224 víctimas que dejan a sus familias y también un poco más vacía la vida en los bares y en los barrios. A los amigos de Tolo, les gusta recordarle como «un gran engrescador que después tenía que irse a cuidar de sus nietos».
‘Ultima Hora' homenajea a los fallecidos por COVID
No son números, son personas, por eso Ultima Hora quiere rendir homenaje a las víctimas mortales que deja la crisis sanitaria provocada por el coronavirus SARS-CoV-2 en Baleares.
Todas aquellas familias que quieran compartir la historia de un familiar fallecido a modo de homenaje pueden enviar un correo electrónico a digital@ultimahora.es y este periódico se pondrá en contacto con los afectados. Tras dos meses y medio, han perdido la vida 224 personas a quienes es justo recordar con sus nombres y apellidos.
35 comentarios
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"Pep Avellá" se llamaba mi mejor amigo. Y lo perdí. Que descanse en paz.
Enhorabuena por esta iniciativa del periodico ultima hora , es muy emotivo . Tambien me gustaria dar todo mi apoyo a la familia por lo mal que se pasa al no poder estar con tu ser querido en estos momentos , es una situación muy dura. La verdad que se veia que era un buen hombre, familiar y generoso. Un abrazo a toda la familia.
Basta ver a los presidentes de Brasil, EEUU,primero el dinero,despues las personas,si gobernaran los ladrones de la bandera española y pulseras, teniendo sus dineros en paraisos fiscales,dios no coja confesados,las muertes aumentarían.
Que mala fortuna hacer una reunión familiar una semana antes de la alarma. Esta gente fue contagiada por su propia familia y sin saberlo unos y otros. Y seguimos insistiendo en no usar mascarilla, playita, bares. EL VIRUS ESTÁ AHÍ Y LO PORTA EL QUE MENOS ESPERAS. Mi pesar a las 224 familias.
No puedo añadir más que una idea a lo que usted dice: PP y VOX se han retratado y han demostrado que lo ûnico que les importa es mandar ellos y enriquecerse con el mando. Y si para lograrlo hay que entorpecer el plan del Gobierno para luchar contra el Covid 19 y que muera mucha más gente de la que moriría pudienddo llevar adelante el plan, pues "no pasa nada pirque no son mi familia ni mis amigos". Esperemos que no vuelvan a gobernar, y que la mayoría de los ciudadanos vean su sucia jugada y como son realmente esa gente. Que tenga un buen domingo
Pep = vaja tontaria.....
Senyores i senyors periodistes d'UH enhorabona. Aquesta iniciativa ajudarà a trobar conhort a les famílies. Ara bé si el que voleu realment és recordar les persones que han traspassat per culpa d'aquest virus (monpare n'és un) vos deman que modereu els comentaris a aquests articles. Ni el Sr. Capellà ni monpare es mereixen haver de compartir espai amb intervencions tan poc afortunadres i tan fora de lloc.
Para marc. Completamente de acuerdo, que pinta el padre de una mujer como capella obsesionada con el franquismo y que vive de su recuerdo en esta historia, y no lo digo Por el periodico sino ella por hacerlo publico
¿Cualquier gobierno lo habría hecho igual? Eso díselo a los gobiernos de Portugal, Grecia (infinitamente más castigada por los recortes), Corea del Sur, etc. Tus afirmaciones son de una falsedad notoria e insultante. Cómo se nota que no has perdido a nadie para defender la negligencia del gobierno. Ese fanatismo fanatismo es incompatible con una sociedad abierta y democrática. Si estuviera el PP en el gobierno, les estarías llamando asesinos, al igual que les llamaron asesinos cuando murió el perro del ébola. Es patológico que un perro muerto sea "asesinato" y casi 50.000 muertos sea "han hecho lo que han podido". A la izquierda se le aplaude cualquier cosa y se le perdona todo.
Recomiendo usen el dioxido de cloro, a mi me funciono, aunque no se pueda hacer publico. Salud a todos.