Este es el resultado de la primera fase de una iniciativa que se coordina entre la dirección general de Políticas para la Soberanía Alimentaria y SEMILLA, con la dirección general de Servicios Sociales, de la Conselleria de Asuntos Sociales y Deportes.
Se trata, en concreto, de 99.080,5 kg de frutas y verduras, 21.939 kg de carne y 170.478 litros de leche.
Los 10 productores de fruta, verdura, carne y leche que han participado en esta primera fase del programa de compra pública alimentaria son de Mallorca, Menorca e Ibiza, y han entregado productos a 18 entidades sociales de todas las islas.
Según la directora general de Políticas para la Soberanía Alimentaria, Paula Valero, ha sido un «proyecto muy positivo tanto para las entidades sociales como para los productores en un momento de necesidad doble».
Proyecto para dar respuesta a los excedentes
El proyecto nació, fruto de un acuerdo del Consell de Govern del 24 de abril, entre las consellerias de Agricultura y la de Asuntos Sociales, para dar respuesta a los excedentes que producía el campo en un momento en el que hoteles y restaurantes estaban cerrados por la COVID-19, y también para mitigar el impacto social y económico de la crisis.
Valero ha explicado que también «ha servido para evitar desperdiciar comida y para que el producto fresco llegue a familias que no lo consumen a menudo».
Este proyecto continuará en una segunda fase y dispondrá de 600.000 euros más. La segunda fase, además, se abrirá a nuevos productores y se incluirán nuevos productos de temporada, como los huevos y la almendra.
A lo largo de las ocho semanas de duración de esta primera fase se han entregado productos a las entidades sociales, como melón, patatas, cebollas y calabacines, entre otros, en el caso de la fruta y la verdura. En el caso de la carne, se ha comprado cordero y lechona, y en el caso de leche, se han comprado brics de un litro de leche UHT entera.
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