Concentración en apoyo a la Casa Real. | M. À. Cañellas

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Más de 200 personas, según la Policía Nacional, se manifestaron este jueves por la tarde en Palma para apoyar a los Reyes durante su visita a Baleares.

Societat Civil Balear, la Hermandad Nacional Monárquica de España, Foro Baleares y la Federació de Veïnats de sa Ciutat de Palma convocaron la manifestación, que se inició a las puertas de s'Hort del Rei. La marcha acabó frente al Palau de l'Almudaina, en el lateral de la Seu que da al mar. Allí se llevó a cabo la lectura de los manifiestos de apoyo al rey Felipe VI.

José Hernández, de la Hermandad Nacional Monárquica, dijo a los asistentes que «en las últimas semanas, la Monarquía está siendo objeto de críticas exacerbadas y oportunistas por parte de separatistas, comunistas y extremistas que forman parte del Gobierno de España, y que pretenden desestabilizar a la Corona. Lo hacen porque saben que el Rey es el símbolo de la unidad de España y supone un obstáculo para destruir y someter a nuestra nación», sentenció durante una aplaudida intervención. En parecidos términos se expresaron los representantes de las otras dos asociaciones convocantes.

Los manifestantes exhibieron muchas banderas españolas, y se escucharon gritos de «¡Viva España y viva el Rey». El himno nacional cerró el acto.

Entre los asistentes a la concentración estaban Antoni Fuster, Catalina Cirer, Margalida Durán y Maria Salom, dirigentes del Partido Popular. También hicieron acto de presencia los representantes de Vox Jorge Campos, Pedro Bestard y el general retirado Fulgencio Coll, que se colocaron en el centro de la primera línea, frente al escenario en el que se leyeron los manifiestos. De Ciudadanos acudió el diputado autonómico Juan Manuel Gómez.

La marcha del rey emérito

A preguntas de este periódico, algunos manifestantes expresaron su opinión sobre la marcha de don Juan Carlos. Belén López y Paloma Martínez son madre e hija. Piensan que «lo que ha pasado no es correcto, ni con los regalos ni con no haber declarado al fisco. Pero también es verdad que le dieron esos regalos (unos 100 millones de euros, según la fiscalía suiza) por los 7.000 millones que trajo a España por el AVE a la Meca. El comportamiento no es correcto, pero no nos gusta la otra opción».

Jaime Ripoll, otro manifestante, opinó: «El rey emérito no está imputado. Se le ha aplicado una corrección impresionante que no se ha hecho con otros. Si él ha actuado mal tiene que responder, pero no se puede olvidar jamás que gracias a él gozamos de la democracia que tenemos. Hay un doble rasero contra su persona, y eso es denunciable». Para Catalina, «la marcha del rey es un tema personal, como si mi vecino se va de viaje a Andalucía».