Imagen del director del CEIP Miquel Costa i Llobera, Pep Mateu. | miquel a canellas

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Pep Mateu lleva veinte años entre las paredes del CEIP Miquel Costa i Llobera de Palma. Una vida dedicada a los niños que, desde hace apenas tres años, compagina con su cargo en la dirección. Analiza cómo fue, este jueves, el primer día de clase y cuál es su apuesta para afrontar un curso atípico y marcado por normas y distancia de seguridad.

¿Cómo se ha desarrollado el primer día?

—Muy bien. Llevamos una semana con un plan de acogida. Una acogida escalonada entre los grupos. Los más pequeños empezaron entre los días 8 y 9, y ayer los de 4 y 5 años. Mañana (por hoy) acogeremos a los de primero y tercero de Primaria; el lunes a los de tercero y cuarto, y, finalmente, el martes a los de quinto y sexto. Ayer, dedicamos las horas de clase a que conociesen cómo sería a partir de ahora el curso.

¿Qué han tenido que modificar?

—Todo. Partíamos este verano de un escenario A, donde solo reestructurábamos dos grupos (2º y 5º de Primaria). Sin embargo, con el nuevo escenario B hemos tenido que reestructurar todos los grupos menos 5º de Infantil y sexto de Primaria. Esto ha implicado ocupar más espacios. Y, por suerte, no ha hecho falta pedir espacios públicos. Esto ha provocado también un estrés extra. A pesar de ello, mantenemos la escuela mañanera, el comedor y alguna extraescolar. Eso sí, reconvirtiendo este servicio mañanero dentro del mismo comedor, de 07.00 horas a 09.00 horas. Y luego, desinfectamos la área. Por otra parte, también introducimos grupos estables, que conlleva que ningún curso de cualquier nivel pueda relacionarse.

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¿Cómo será, por ejemplo, la entrada al comedor a partir de la semana que viene?

—Será por grupos estables de convivencia y la entrada se realizará en tres turnos con el fin de evitar las aglomeraciones. Sin embargo, los accesos podrán variar en función de las necesidades. Por otra parte, dependiendo del escenario, se requerirá la contratación de más monitores. Pero quería destacar que el gran hándicap que provoca todas estas medidas es que los recursos humanos los destinamos a tutorías.

Que los especialistas asumirán otros cargos ajenos a los suyos.

—Sí, los profesores de apoyo tendrán que asumir tutorías por la falta de profesores. Esto conlleva una pérdida del recurso humano y una pérdida de la calidad educativa. En nuestro caso, de los siete grupos nuevos que se han creado con el escenario B, sólo la Conselleria nos ha otorgado dos maestros, mientras que para cubrir las tutorías de los cinco grupos restantes se harán cargo profesores de especialidades o apoyo.

¿Qué prepararéis para estas próximas semanas?

—Durante estos días, trabajaremos con ellos el proceso de adaptación a estas nuevas medidas y, sobre todo, intentaremos que esta situación no afecte la parte emocional porque, en cierto aspecto, les estamos atando las manos y sin dejarles socializar con el resto de alumnos. Tampoco habrá propuestas metodológicas, como talleres, proyectos o trabajos en grupo. Por otra parte, dedicaremos tiempo a recuperar todo lo que no se dio durante el confinamiento. Además, me gustaría añadir que todas estas medidas de responsabilidad no solo es cosa nuestra. Pedimos a las familias colaboración con las normas.