Nuevas pateras han llegado este miércoles a las costas de Mallorca, la primera sobre las cinco de la madrugada. Esta vez se ha producido desembarco; ha sido en Cala Galiota, en la Colònia de Sant Jordi, horas después de que algunas de las 204 personas llegaran a Baleares a través de esta misma localidad en una jornada sin precedentes.
Fuentes de la Delegación del Gobierno apuntan a que al menos 12 personas, entre ellas al menos dos menores, han sido localizados por parte de la Policía Local de ses Salines. Poco más tarde las mismas fuentes han confirmado la presencia de otra patera en Cala Santanyí con catorce migrantes a bordo. Una tercera patera habría llegado este miércoles a la zona de Tolleric (Llucmajor). De esta, la Guardia Civil ha interceptado a once personas en la carretera del cap Blanc y Las Palmeras.
Las fuerzas y cuerpos de seguridad están desplegados en la zona del Migjorn y Llevant de Mallorca ante la posibilidad de que hubiera más personas llegadas a la Isla en las últimas horas. Así han localidado, además, a tres personas en tierra, en Campos, de modo que se eleva el balance de este martes a 37 migrantes interceptados. Con los 204 del martes, son ya 241 en total.
Desde primera hora de la mañana la Guardia Civil ha mantenido un dispositivo en el litoral campaner, saliner y santanyiner para dar con más posibles migrantes llegados durante la primera oleada de este martes, o bien en otros viajes que hayan podido pasar por alto.
La delegada del Gobierno en Baleares, Aina Calvo, llamó este martes a mantener la vigilancia sobre el repunte de este fenómeno, aunque descartó que las Islas constituyan el punto de destino final de las redes de inmigración. No obstante, las autoridades recuerdan la dificultad de gestionar el problema de la migración irregular con los centros de internamiento cerrados, a causa de la pandemia de coronavirus.
En estos momentos el grueso de los 204 migrantes llegados en la pasada jornada permanecen en carpas en el Puerto de Palma, asistidos médicamente por Sanidad Exterior y Creu Roja Balears.
Todos fueron sometidos a pruebas PCR a su llegada, y según su resultado su caso se gestionará de una forma u otra. Los negativos serán trasladados a la Península y quedarán a cargo de ONG, mientras se gestiona su expediente de expulsión si procede. Por su parte los positivos permanecerán aislados hasta superar la enfermedad.