Imagen de la tienda de la plaza de Cort, en el centro histórico de Palma. | Redacción Digital

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Lluïsa, una mallorquinista de la cabeza a los pies, considera que es una «lástima» constatar que algunos trabajadores del club de sus amores no la entienden en su lengua materna. Esta seguidora del Real Mallorca tuvo una experiencia desagradable yendo a comprar a la tienda de la entidad, y el motivo es que la trabajadora que la atendió no la entendía en catalán.

Según ha expresado Lluïsa a través de las redes sociales, la mujer que la atendió en la tienda del Mallorca de la plaza de Cort, en el centro histórico de Palma, le pidió que cambiara la lengua al castellano, puesto que no era capaz de atenderla correctamente si esta se le dirigía en la lengua propia de las Islas. «Seguro que si hubiera hablado inglés, alemán, o francés me hubiera podido expresar tranquilamente», lamenta.

La Plataforma per la Llengua se ha puesto a disposición de la aficionada para defender sus derechos lingüísticos. Además el tema ha generado un cierto debate en las redes sociales.

Algunos, que no ven ningún problema en cambiar de una lengua cooficial a la otra opinan que la 'culpa' es de la consumidora; otros tantos recuerdan el derecho de la ciudadana a expresarse en la lengua cooficial de Mallorca que prefiera, 'incluso' si esa es la lengua catalana.

El club ha respondido vía tuit en un correcto y académico catalán de Mallorca a esta mención directa. Y concretamente lo ha hecho para recomendar a la aficionada que la próxima vez deje de lado su derecho de relacionarse en mallorquín. «No discriminamos a un trabajador por no entenderlo», ha sentenciado.