La mayoría de habitaciones en pisos compartidos en Palma que se ofertan a través del portal Idealista tienen un coste de entre 300 y 400 euros mensuales. Se trata de precios elevados para una habitación. | A.S.

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La oferta de habitaciones compartidas se ha disparado en Baleares desde el inicio de la pandemia. En octubre había un 46,2 % más en el mercado respecto a marzo. Así se desprende de los datos facilitados ayer por el portal inmobiliario Idealista, según el cual se trata de una tendencia generalizada en todo el Estado y, principalmente, en las grandes ciudades. En Palma, el incremento se cifra en un 40,1 %, mientras que en el conjunto de España ha subido un 80,9 %. Madrid lidera el ránking al triplicar la oferta de habitaciones en alquiler.

Este cambio se debe, sobre todo, a las dificultades de los inquilinos para pagar en solitario el alquiler de un piso o, incluso, la cuota hipotecaria. El presidente de la Associació Balear de Serveis Immobiliaris (ABSI), Antoni Gayá, constató ayer esta tendencia. Explicó, asimismo, que la demanda de inquilinos que buscan una habitación en un piso compartido también se ha incrementado en los últimos meses. «Mucha gente no puede costearse un piso, pero sí una habitación», indicó.

Baleares es una de las comunidades más caras para vivir, y así lo indican diferentes estudios tanto de portales inmobiliarios como del Ministerio de Fomento. Al mismo tiempo, las Islas son la comunidad más golpeada en términos económicos por la crisis sanitaria. Casi desde marzo lidera los incrementos de paro y la destrucción de empleo mes tras mes. Pese a esta situación, el precio de la vivienda no ha bajado de forma drástica, si bien es cierto que se ha moderado.

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En cuanto al alquiler de habitaciones, al aumentar no solo la oferta sino también la demanda, ha provocado un aumento de los precios, según Gayá. El coste mensual de vivir en un piso compartido en Palma oscila entre los 300 y los 400 euros en la mayoría de ofertas que publica el portal Idealista. Algunas de estas publicaciones ya están rebajadas, si bien Gayá advirtió que antes de la pandemia se podían alquilar habitaciones por poco más de 200 euros. «Pagar 400 euros por una habitación es más caro, en proporción, que 800 por todo el piso, pero es asequible», dijo el presidente de ABSI. En cualquier caso, Gayá recordó que los precios que aparecen en estos portales inmobiliarios «tienden a estar inflados».

Oferta al margen de la legalidad, la del mercado negro

Hay una parte de la oferta de alquiler que no se publica por ningún canal y que responde al mercado negro. Así lo indicó Gayá, quien aseguró que la Administración debería vigilar más este tipo de operaciones, pues en algunos casos «se alquilan inmuebles sin las condiciones mínimas». «En algunos casos se roza la ilegalidad», advirtió.