Intervención policial en un incidente en un piso de okupas. | Redacción Sucesos

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La Audiencia Provincial ha confirmado la condena de un año de prisión por estafa a una mujer que intentó vender el piso en el que estaba como okupa y que cedió a otra persona tras firmar con ella un contrato falso para vendérselo. Consiguió que la víctima le entregara 1.800 euros, aunque la denunciante pudo estar al menos tres meses en ese domicilio.

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La acusada se hizo pasar por propietaria del inmueble y convenció a otra mujer para venderle la propiedad. Pactaron un contrato privado de compraventa por valor de 8.000 euros y la víctima pagó en ese momento 800 euros. Más tarde abonó otros mil que no quedaron documentados por escrito. Sin embargo, la compradora dejó de pagar el resto de las cantidades hasta los 8.000 euros y la acusada comenzó a acosarla y a enviarle mensajes por WhatsApp para que se marchara la vivienda. Los hechos culminaron el 20 de julio del año pasado cuando la okupa vendedora se presentó en la casa con gritos e insultos y muy agresiva para echar a la compradora, también okupa involuntaria. Una vecina tuvo que intervenir para evitar una pelea y al final acudió una patrulla de la policía para poner orden y detuvo a la acusada. Por este último incidente ha sido condenada también por un delito de coacciones

La vendedora argumentaba que no había existido engaño a la hora de hacer la operación y también apuntaba a que el inmueble en realidad no tenía la condición de vivienda. La Audiencia y el juzgado de lo Penal descartan esas posibilidades ante las declaraciones que tuvieron lugar en el juicio. La sentencia también impone el pago de una indemnización de 1.800 euros a la víctima. En el mismo procedimiento también se juzgaba a la pareja de la acusada, quien fue finalmente absuelto ante la falta de pruebas de que participara en el mismo engaño.