«Creo que los clientes han respetado mucho la prohibición de fumar durante estos meses. La gente está concienciada» explica Gustavo Millán, camarero del Bar Bosch.

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Las patronales de Restauración de CAEB y PIMEM se muestran contrarias a la medida del Govern que impide fumar en las terrazas, por considerar que «va a suponer una merma económica».

El presidente de Restauración CAEB, Alfonso Robledo, afirmó este jueves: «Aplaudimos que se quiera controlar el no fumar, pero que no se pueda hacerlo en las terrazas de bares, cafeterías y restaurantes, provocará una caída de reservas y pérdida de volumen de negocio».

La presidenta de Restauración PIMEM, Eugènia Cusí, afirma que no hay cambio alguno «pero resulta chocante que se pueda fumar en la calle si se guardan las distancias y no se pueda hacer lo mismo en las terrazas. Que nos expliquen las razones, ya que nos quita cuota de mercado y volumen de negocio».

Reacciones

La medida llegó por sorpresa a los restauradores de Palma a un día de su entrada en vigor. El gerente de Piccolo Café, José Fernández, considera que la decisión no arreglará «el daño que ya se ha hecho a los empresarios». En su caso, la prohibición de fumar durante estos últimos tres meses ha provocado que «deje de ingresar al menos 20 pedidos de cafés diarios y fijos de trabajadores de una inmobiliaria».

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Las colillas en los callejones o las quejas vecinales son cuestiones de queja generalizada después de que el Govern decidiera prohibir fumar. Algo que corrobora el empresario Miguel Carrió, de la Vermutería San Jaime y Pez Lechuga, a quien le pusieron una multa por «haber permitido fumar, cuando no es así», señala, y explica que son muchos los clientes, en las mesas, «que aprovechan para llevarse el cigarro a la boca cuando los camareros no les ven. Creo que deberían dejar fumar para evitar estas situaciones. Eso o que directamente prohíban el consumo de tabaco. Pero una cosa u otra», critica.
Otros restauradores reaccionado, sin embargo, de forma positiva a la nueva normativa.

Gustavo Millán, camarero del Bar Bosch, confiesa que los clientes «han respetado mucho la prohibición durante este tiempo». Explica que los fumadores «cada vez están más concienciados de que no hay que fumar». Y reconoce que en su caso «nunca hemos tenido ningún tipo de problema ni necesidad de denunciar a nadie». Sobre la medida que entra en vigor mañana, sostiene que «puede crear confusión porque cada vez cambian, pero será positiva». Al gerente de Los Rafaeles, Jaume Pisà, no le supone un gran cambio en su clientela dejar que se fume o prohibirlo. «Tanto me da», bromea, aunque sí cree que deberían permitirlo.

A un día de que la ciudadanía se adapte a la nueva medida, por ahora el desconcierto y la confusión de muchos son las dos cuestiones más extendidas entre el sector.

Caída de hasta un 80 % de la actividad empresarial

El sector de la restauración y hostelería ha sido el más castigado por la COVID-19, ya que la caída en picado de todos los mercados emisores ha provocado desde marzo un descenso de hasta un 80 % en la actividad productiva en los bares, cafeterías y restaurantes de las Islas. La preocupación de las patronales CAEB y PIMEM es que todas las medidas que se están introduciendo en los últimos meses «conllevan una merma de ingresos y ponen en peligro la viabilidad de muchas empresas y puestos de trabajo». Las patronales de Restauración esperan ahora ver cómo de efectivas son las medidas del Govern con los códigos QR.