Desde AENA indican que se ha modificado la zona de control de aduanas y sus dependencias y se ha convertido la sala de recogida de equipajes en sala única de llegadas para todos los pasajeros, que tienen que salir ahora por la puerta central (la C).
En esta salida se han instalado el control de aduanas, bajo gestión de la Guardia Civil, por la que tendrán que pasar todos los pasajeros internacionales, entre ellos los procedentes del Reino Unido, y decidirán si tienen o no que declarar algo, tal y como sucede en Madrid-Barajas o Barcelona-El Prat.
La menor afluencia de tráfico en el aeropuerto palmesano por la crisis de la COVID-19, ha evitado problemas en estos primeros días de enero.
El ente público señala que durante el proceso de adaptación se han desmontado locales existentes, que estaban en desuso, y se crearán nuevos espacios de locales para los servicios aeroportuarios, como son el alquiler de coches, la oficina de objetos perdidos o las zonas comerciales.
«Con la entrada en vigor del ‘Brexit', tras la salida del Reino Unido de la Unión Europea, se ha adaptado la sala de llegadas mediante un diseño que mantiene la correcta operativa del aeropuerto para todo tipo de pasajeros que aterrizan en Palma, sean provenientes o no de la Unión Europea», puntualiza AENA.
La remodelación de toda la terminal de llegadas del aeropuerto fue adjudicada en diciembre pasado al grupo empresarial mallorquín Sampol, cuyas obras cuentan con un presupuesto asignado de 1,8 millones.
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