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Las torres de defensa, atalayas y 'talaiots' se han encendido por los derechos humanos este sábado, de manera simbólica, en una acción en redes sociales, debido a las circunstancias derivadas de la pandemia.

Según ha informado el Consell, convertir el encendido de torres de defensa y atalayas del Mediterráneo por los derechos humanos en una acción en redes es una decisión que fue tomada este miércoles «por prudencia y responsabilidad» debido a las restricciones en Baleares.

Así pues, se ha aplazado a 2022 el encendido de señales de humo y de luz desde elementos patrimoniales y este sábado la redes sociales se han llenado de imágenes con la etiqueta #EncesaPelsDretsHumans.

Algunas de las personas que han participado de esta iniciativa ha sido la presidenta del Consell, Catalina Cladera, quien en un mensaje en Twitter, recogido por Europa Press, ha aseverado que «mantienen viva la llama. En defensa de los derechos humanos desde distintos puntos de Mallorca».

También la vicepresidenta primera del Consell y consellera insular de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística, Bel Busquets ha participado de la acción en redes sociales.

«Encendemos el fuego por los Derechos humanos, de todos y todas. Y encendemos este fuego, con un elemento del Patrimonio que nos vela y por el que hemos de velar, porque forma parte de nuestra identidad como pueblo. Un pueblo, una isla de Mallorca, que es tierra de acogida», ha enfatizado.

Formaciones, representantes políticos, ayuntamientos y ciudadanía han sido otros de los que se han sumado al encendido de las torres de defensa por los derechos humanos en un acción en redes sociales.

El manifiesto de Biel Mesquida

En redes sociales se ha publicado, asimismo, el manifiesto que ha preparado el escritor Biel Mesquida con motivo de la edición de 2021 del encendido de las torres de defensa y atalayas del Mediterráneo.

Mesquida ha aludido en el manifiesto al 2020, al que ha tachado de «desolador» por la COVID-19, una pandemia que se suma, ha recordado, a otras como las guerras o el racismo. En esta línea, ha destacado, «solo en 2019 fueron atendidas 11.500 personas inmigrantes en las Islas».

Frente a ello, ha deseado un mundo «más fraternal, más solidario y más sensible; más bondadoso y más generoso; más creativo; más justo y más libre y más hospitalario».

Además, ha pedido que «se acaben las violencias y los asesinatos contra las mujeres, los niños, los ancianos, los que tienen cualquier orientación sexual, los vulnerables de todo tipo y condición, los desheredados, los abandonados, los olvidados; que se acaben las explotaciones de unos humanos por otros, los patriarcados, el terrorismo y las dictaduras, el racismo, la xenofobia y las desigualdades».

Asimismo, el escritor ha apostado porque la acción de este sábado sea «un canto de rebelión, este año que se recuerda y celebra los 500 años de la revuelta de las Germanías, en la defensa del territorio, la lengua y cultura catalanas, del derecho a la soberanía política, de la batalla contra el calentamiento global y de la reivindicación de la memoria colectiva y bien histórico; todo ello en una sociedad cohesionada, fraternal, democrática, que practique el bienestar mayoritario con unos valores muy locales y a la vez universales como la libertad, la igualdad, la soberanía y la justicia social».

Finalmente, ha concluido su manifiesto recordando a los políticos independentistas presos; así como a políticos y raperos como Valtonyc «exiliados».

La quinta edición de este acontecimiento

Por otra parte, el Consell de Mallorca ha apuntado que hasta este viernes, 63 puntos de encendido habían confirmado su participación en la quinta edición de este acontecimiento.
En cuanto a la iniciativa, ha recordado esta nació hace ya cuatro años desde el IES Marratxí y la Sociedad Balear de Matemáticas. La dirección insular de Patrimonio del Consell de Mallorca ha asumido la coordinación de los diferentes colectivos implicados.

En la organización de la edición de este año 2021 han participado el Consell de Mallorca, Amnistía Internacional, el Instituto de Marratxí y el Fondo Mallorquín de Solidaridad y Cooperación.