Los retos de la agricultura en Agro 2021: innovación, sostenibilidad y acercamiento al cliente

Navarro inició su intervención refiriéndose a la dificultad de la actual crisis sanitaria y económica, pues, además de ser impredecible, «nadie se esperaba que fuera de tal envergadura. Ser resilentes es clave para la supervivencia y afrontar mejor las oportunidades que las crisis nos brindan. Por ello, las miradas deben ser diferentes, es el momento para resetearnos, repensar el modelo de negocio e ir más allá de nuestras capacidades, superando la resistencia al cambio que surge en todo proceso de innovación».

En cualquier caso, apuntó Navarro, «el modelo de negocio de la agricultura daba señales de agotamiento, con mayores costes, caída de la rentabilidad, crecimiento de ls importaciones a bajos precios y mayor distancia entre los precios que percibe el agricultor y los que hay en los puntos de venta, oscilando entre 6 y 11 veces el primero. Así, la renta del agricultor cae. Existe una dependencia de los éxitos del pasado y si la velocidad de los cambios es superior a nuestra velocidad de adaptación, tenemos un problema que nos impide cambiar e innovar. Con la crisis, todo se limita a la supervivencia, todo se cuestiona y cunden el miedo, el pesimismo y la incertidumbre, alejándonos de las oportunidades».

A partir de aquí, Jesús Navarro propuso «detectar hacia dónde va el mundo, aportar sostenibilidad al modelo de negocio siendo ágiles y resilentes, y ser capaces de ver las oportunidades. Muchas de las empresas que ahora son muy conocidas surgieron en tiempos de crisis, pues fueron capaces de entender los acontecimientos y reinventarse con una nueva forma de pensar y actuar. Así, para vencer la resistencia al cambio, hay que entender qué cambios son estructurales o coyunturales, pues las transformaciones siguen ahí, ralentizadas o aceleradas por la crisis. Tras ésta, vendrá una fase de reinvención y todo lo que anticipemos nos servirá para salir reforzados».

El CEO de INNSAI destacó la importancia de «tener visión periférica, entender el contexto más allá de las fronteras de nuestra empresa y del sector, comprender el porqué de los cambios y situar al consumidor en el centro de nuestro modelo negocio como auténtico protagonista. Estamos conviviendo cinco generaciones de consumidores, analógicas y digitales, y cada una de ellas tiene sus propios hábitos».

Anticipación

De esta manera, Navarro subrayó que «la innovación y la anticipación deben situarse en la estrategia del modelo de negocio, pero estando atentos a lo que sucede alrededor. En este sentido, detectamos cinco tendencias en el sector agro. La primera es la agricultura inteligente y automatizada para mejorar el rendimiento de los cultivos y anticipar su comportamiento. La segunda es la innovación par optimizar los recursos naturales y reducir las emisiones de dióxido de carbono, con una agricultura orgánico y de bajo impacto ambiental. La tercera está marcada por alimentos más saludables, nuevos productos y menos desperdicios alimentarios. La cuarta es la exigencia de información por parte del consumidor referente a impacto ambiental, procedencia y trazabilidad, de tal manera que el producto debe ser transparente para generar confianza en un tiempo en que el cliente puede difundir por redes sociales lo que no le gusta. En definitiva, hacer las cosas bien y saber comunicarlo. Y la quinta es reducir la distancia entre el agricultor y el consumidor a través del comercio electrónico y la agricultura de proximidad».

De estas cinco tendencias, Navarro identificó la automatización y la sostenibilidad como las más desarrolladas, quedando como asignatura pendiente «la adecuación de los productos a los estilos de vida del consumidor. La crisis ha hecho crecer el comercio electrónico lo que estaba previsto en dos o tres años y ahora se valora más la proximidad de los productos, relacionándolos además con la salud. Incluso hay experiencias en las que el consumidor, con una suscripción, elige qué productos quiere que se cultiven en una parcela -cultivos personalizados- y, una vez recogidos, los recibe en casa».

Finalmente, el CEO de INNSAI enumeró lo que pueden ser los puntos fuertes del sector: «producto saludable, proximidad, sostenibilidad y capacidad para ayudar al desarrollo económico local. Innovación, sostenibilidad, adaptación a los estilos de vida del consumidor, transparencia y acercamiento del producto al cliente aparecen como los grandes retos de la agricultura de cara al futuro. El producto debe diferenciarse y aportar una experiencia distinta, y las empresas del sector deben apostar por la variedad productiva, la entrega directa, el precio competitivo, la salud y la sostenibilidad, todo ello conectando con el entorno y cooperando con el resto de sectores económicos».

Demanda planetaria de alimentos y disponibilidad de agua

Unos datos aportados por Jesús Navarro al contexto de la agricultura son los siguientes: «Según la ONU, la población del planeta será en 2050 de unos 9.600 millones de habitantes. Con el sistema agrario actual, será imposible atender la demanda de alimentos. La agricultura consume el 70 % del agua disponible, tres veces más que hace 50 años. Ante estos datos, cobran importancia las innovaciones para optimizar los recursos naturales y reducir las emisiones de dióxido de carbono. La población está más concienciada de la importancia de una agricultura orgánica y de bajo impacto ambiental».

La importancia de la relación con otros sectores económicos

u Jesús Navarro también resaltó la importancia de la relación de la agricultura con otros sectores. La alimentación busca la salud y la proximidad, y ve crecer el comercio electrónico y la interacción digital con los clientes. El turismo será más cercano a casa y dará más importancia a los productos locales. La movilidad incluirá la entrega y distribución de productos a través de robots y vehículos autónomos. Y la salud personalizará la alimentación y valorará las comidas más sanas y caseras.