La inmunización de los usuarios gracias a la vacuna ha sido clave para permitir las salidas de las residencias. | ÁREA DE SALUD DE MENORCA/EFE¶

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Los usuarios de las residencias de gente mayor y de personas discapacitadas, la gran mayoría vacunados ya con la segunda dosis, podrán salir de los centros a partir de este domingo para poder reunirse con sus familiares. Se levanta así una prohibición vigente desde el 18 de agosto y que ha mantenido aislados de sus seres queridos a muchas personas mayores en el último medio año con el fin de salvaguardar su salud frente a la COVID-19.

El Govern aprobó este viernes suavizar esta restricción puesto que se trata de un colectivo que ya ha sido inmunizado contra el coronavirus. «Esta posibilidad de salir responde a una demanda de las familias», aseguró la presidenta Francina Armengol, quien detalló que si están más de 72 horas fuera, deberán regresar con una PCR negativa.

Además, el residente o su tutor legal, familiar o referente del entorno afectivo que se haga cargo de sus cuidados deberá firmar una declaración responsable con el compromiso de cumplimiento las medidas sanitarias.

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A partir del lunes también se autoriza la reapertura de centros comerciales y grandes superficies, cerradas al público desde el pasado 13 de enero a excepción de los productos esenciales. Podrán abrir de lunes a viernes hasta las 20.00 horas con un aforo del 30 %. Por contra, la hostelería permanecerá cerrada hasta el 2 de marzo, después del puente del Dia de les Illes Balears. Las reuniones sociales siguen restringidas a convivientes y el toque de queda se mantiene entre las 22.00 y las 6.00 horas.

Las restricciones se revisarán de nuevo el viernes 26 de febrero para entrar en vigor el 2 de marzo, señaló la presidenta, quien defendió una desescalada «lenta» e insistió en que será un proceso «pausado». Aunque Armengol reconoció que hasta el momento las medidas han funcionado y que la situación sanitaria en favorable en casi todos los indicadores, «la crueldad del virus aún se refleja en otros tres». Se refirió a la elevada mortalidad; a la presión hospitalaria, con un 34 % de camas de UCI ocupadas; y a la cepa británica, causante de un 23 % de casos de las Islas. «Son factores que nos obligan a ser prudentes y por esto la desescalada debe ser pausada», sentenció la presidenta.

«Los médicos me pedían ir con cuidado»

La presidenta Francina Armengol aseguró comprender el rechazo a la prórroga del cierre de la hostelería por parte de las patronales, si bien «un interés sectorial no pueden pasar por encima del interés general». Explicó que en su visita del jueves al hospital de Inca, «los médicos nos pedían ir con cuidado en la desescalada». «En las actividades sin mascarilla hay más contagios», concluyó.