Imagen de la empresaria Margaret Whittaker.

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Margaret Whittaker (Derbyshire, 1948), emprendedora empresaria y visionaria en el mundo de los negocios, en concreto en todo lo relacionado con la salud y dietética, es propietaria de una de las fincas turísticas más emblemáticas de Mallorca, Son Amar. Whittaker impulsó desde su llegada un ambicioso proyecto de ampliación y mejora del restaurante espectáculo que alberga, para posicionarlo como una de las ofertas lúdicas de mayor calidad en Europa. La llegada de la pandemia ha trastocado todos los planes estratégicos y económicos, de ahí que a finales de enero la propiedad anunciara que se veía obligada a realizar un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de su plantilla. Esta situación, sin embargo, es coyuntural, ya que la empresaria anuncia el desarrollo de un plan estratégico para reposicionar, aún más, Son Amar.

¿Cómo afronta el futuro de Son Amar?
— Estamos trabajando duro y fuerte para garantizar el futuro de Son Amar. Después de lo sucedido en 2020 y en lo que llevamos de este año, nadie puede predecir nada por todo lo que hemos vivido, pero con la dedicación y la voluntad de nuestro equipo pretendemos estar preparados para cualquier otro desastre similar. Hemos descubierto que tenemos que ser nosotros mismos los que encontremos maneras de proteger nuestro negocio y empleados y no depender del Govern, que ha sido simplemente inadecuado e inexistente en muchos aspectos.

¿Cuándo podrán abrir de nuevo?
— En la primavera de 2021. Empezaremos abriendo dos áreas al aire libre diseñadas hace poco: el restaurante Reino de Alcázar, con un nuevo jardín inspirado en Disney, y el área de recreo para niños Edén. Más tarde, cuando lleguemos a lo que entendemos por temporada alta, planeamos introducir al menos uno de nuestros nuevos shows.

¿Cree que el Govern debería de haber ayudado más a las empresas turísticas?
— Cada gobierno en el mundo tiene que trabajar para buscar y encontrar los recursos económicos y así poder ayudar al tejido productivo. Sin empresas rentables habrá desempleo masivo, pérdida en la recaudación de impuestos y una ruptura completa de la vida como la conocemos. Considero, además, que Balears debería ser considerada por el Gobierno central de una manera especial, principalmente por lo que aporta a las arcas estatales.

¿Qué es para usted Son Amar?
— Como muchas otras personas, me enamoré de Son Amar cuando lo visité por primera vez. Es una historia de amor que ha crecido fuerte y de manera muy profunda con el paso del tiempo. Protegería Son Amar con mi último aliento, porque es algo especial y pienso que toda la gente que trabaja conmigo entiende y comparte mi pasión para asegurar que siga este maravilloso proyecto.

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¿Es un reto personal?
— Sí, definitivamente es así. Y no podría estar más contenta porque seré una de las personas que verá la reaparición de un Son Amar más grande. Estoy orgullosa y emocionada de estar trabajando con un equipo increíble, que ahora tenemos liderado por Martyn Smith. Queremos un Son Amar más espectacular, más deslumbrante, más emocionante y es exactamente lo que vamos a conseguir. Nunca imaginé que llegaría a ser la única dueña de Son Amar. Eso sucedió cuando los otros accionistas y el CEO de ese momento retiraron su apoyo financiero y fui yo la única que mantuvo la inversión necesaria. Uno de nuestros mayores desafíos fue legalizar todo y estar al día de todos los cambios que pueden afectar a Son Amar. Es una historia sin fin.

¿Cuándo cree que se recuperará Mallorca de la actual crisis?
— He frotado mi bola de cristal y puedo predecir que para finales del 2021 o principios de 2022 se consolidará la recuperación de verdad. Si somos muy afortunados, empezará cuando las líneas aéreas puedan empezar a traer turistas otra vez y eso creo será a finales de primavera o en verano. Esperemos que el despliegue de las vacunas sea un éxito, aunque sea un poco tarde, y que con ese manto invisible de protección el mundo pueda continuar y avanzar. Sinceramente espero y rezo para que las empresas sobrevivan y puedan mejorar después de estos dos imposibles y difíciles años que hemos pasado.

¿Considera que Mallorca debería tener un trato prioritario en el plan de vacunación por su peso en la industria turística?
— Sí. No hay ningún argumento válido para que Mallorca no sea tratado como un caso especial. Queremos que las empresas y que el empleo vuelva a empezar este año. ¿Quiere España recuperar las pérdidas inmensas que ha causado la pandemia? Entendemos que sí y Mallorca es un caso evidente para que esto ocurra.

¿Qué opina de que los hoteleros puedan comprar vacunas cuando se pueda para inmunizar a sus empleados?
— Es una opción más, pero lo importante es que tengamos una hoja de ruta muy clara en el plan de vacunación, para así poder proteger a Mallorca del impacto del coronavirus y de cualquier nueva cepa que surja. El objetivo es que se pueda vacunar a empleados y a todos los residentes.

¿Cómo están reaccionando los touroperadores con Son Amar?
— No podríamos haber deseado una respuesta más entusiasta por parte de los touroperadores y agencias de viajes. Ellos pueden ver lo que estamos haciendo en Son Amar para cubrir todo el abanico de edades y nacionalidades, lo cual les da mucha flexibilidad y más opciones para ofrecerlo a sus clientes, los cuales están deseando volver a la Isla. Nosotros estamos simplemente ansiosos por la inauguración.

¿Qué proyectos van a llevar a cabo para impulsar la empresa?
— Inversión para aumentar nuestros niveles de calidad y potenciar y aprovechar el uso de nuestros idílicos espacios al aire libre en esta maravillosa finca, como el patio, la terraza real y las numerosas azoteas. ‘Heritagae', la azotea almenada que hay encima del restaurante Alcázar, ha sido llamada así por sus magníficas vistas a la Serra de Tramuntana, que esta catalogada como patrimonio mundial de la Humanidad por la UNESCO.