Sanitarios, en el hospital de Son Espases. | M. À. Cañellas

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La tercera ola de la COVID-19 llegó a Baleares a finales de diciembre con gran virulencia, los casos se dispararon y con ello la hospitalización. Las UCI pulverizaban récord de ingresos y el goteo de fallecidos era diario. La última actualización de los datos históricos de la pandemia, que ha supuesto también la revisión de los registros de mortalidad, confirma que enero fue el mes más cruel de lo que llevamos de crisis sanitaria con 164 fallecidos.

La tercera ola es ya la más letal de la pandemia y enero supera ya el récord de 144 muertes del mes de abril.

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Tras el pico de fallecidos del primer mes de 2021, la mortalidad en Baleares ha caído en picado. Con la campaña de vacunación activa, y los primeros inmunizados, los más vulnerables, el mes de febrero la cifra de muertes se redujo a la mitad.

En abril, la cifra de muertos por COVID-19, con datos de este 29 de abril, es de seis personas.