La factura de la luz está dando muchos quebraderos de cabeza a las familias y a las empresas. | Pixabay

TW
0

El precio de la luz está disparado y marcando cifras históricas, pese a que este jueves ha bajado ligeramente y este viernes está previsto que también lo haga. Sin embargo, seguirá por encima de los 92 euros por megavatio hora (MWh).

Los motivos de este encarecimiento son principalmente dos: el aumento del consumo eléctrico y los peajes que tienen que pagar las eléctricas a cambio de emitir gases contaminantes. Ademas, el cambio en las condiciones de facturación va a suponer un encarecimiento de la luz para casi diez millones de usuarios que tenían discriminación horaria.

En el primer caso, las elevadas temperaturas han disparado el consumo debido a la utilización de aparatos de aire acondicionado. El economista Pau Monserrat explica que «el aumento del precio de la electricidad tiene un componente de aumento de la demanda, cuando en verano las familias usan aire acondicionado y ventiladores».

En relación a los peajes por contaminación, las compañías eléctricas han optado por pagar por contaminar, en lugar de reducir las emisiones tanto como solicitaba Europa. Además, se está utilizando más gas para su producción, cuyo precio es elevado actualmente.

No parece que ninguno de los supuestos anteriores vayan a finalizar en breve, por lo que el Gobierno se está planteando reducir la fiscalidad para poder abaratar la factura de la electricidad. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha avanzado que se podría bajar el IVA del 21 al 10 %.

Noticias relacionadas

Monserrat precisa que «el coste de la energía que consumimos representa solo algo más del 30 % de la factura. Este coste de la energía incluye el coste de la energía en el mercado (un 85 % aproximadamente de esta partida), así como pagos regulados (para tener asegurada producción de energía por encima da la demandada, gastos de los operadores técnicos y económicos). Los precios regulados de cargos y peajes, que son los que se han modificado en la nueva factura de la luz, pesan en conjunto casi un 50 %, costes que dependen del sector público y se destinan sufragar costes de las renovables, sobrecostes de la producción de energía en territorios como Canarias o Illes Balears, costes de redes eléctricas, etc. Algo menos del 20% de la factura serían impuestos indirectos 'puros': IVA y el impuesto especial sobre la Electricidad. De una manera u otra, la factura de luz tiene cerca del 70 % de su valor en manos de decisiones políticas».

Repercusión negativa para las familias y las empresas

Luis García Langa, director de Corredordefondos.com, destaca la repercusión tan importante que tiene para las familias y las empresas la subida del precio de la electricidad.

Además, advierte que «uno de los temores más grandes a nivel macroeconómico, puede coincidir con lo que preocupa a nivel de calle: la inflación. Si bien es cierto que en los mercados financieros se está mirando con lupa y los inversores lo tenemos muy en cuenta, también lo es que afecta muy directamente a nuestros bolsillos y uno de los causantes es la subida del precio de la energía».

En este sentido, sostiene que «todos vemos que nos sube la factura de la luz y que llenar el depósito del coche nos cuesta cada vez más dinero y, por tanto, nos quedamos con menos renta disponible. Pero no hay que olvidar que las empresas también lo sufren y mucho más ya que consumen más energía, además no pueden utilizar las horas baratas de luz porque son horas no comerciales. Por lo tanto, o bien sus negocios son menos rentables (en medio de una crisis brutal de consumo que les afecta especialmente) o bien repercuten este incremento de costes al precio de sus productos y servicios con lo que a las familias les queda todavía menos renta disponible».

Además, avisa que, «por si fuera poco, estas subidas de precios pueden motivar que los Bancos Centrales empiecen a subir tipos de interés: un nuevo problema para las familias que estén hipotecadas a tipos variables».