La calidad de la oferta de restauración de Mallorca se ha convertido en un sector que atrae este verano un mayor porcentaje de turismo de calidad. | P. Pellicer

TW
22

El incremento del turismo de lujo que llega este verano a Mallorca, como así constatan la Fundació Mallorca Turisme, Palma 365 y la patronal Mallorca Essentially desde principios de julio, está teniendo un impacto directo muy positivo en la oferta de restauración de calidad, tanto en volumen de negocio como en rentabilidad. El presidente de la patronal de Restauración Mallorca CAEB, Alfonso Robledo afirma que «los restaurantes de calidad de la Isla facturan este verano más que en 2019 y las previsiones para lo que queda de agosto y septiembre es muy buena».

Este tipo de oferta, según Robledo, «representa el 30 % del volumen total de restauración y demuestra que este año está llegando un tipo de turismo con mayor poder adquisitivo en plena pandemia a la Isla, el cual genera un volumen de gasto superior a la media, pese a que hay mercados que este año no han podido venir por las restricciones que impone la Unión Europea a terceros países».

Añade que el resto de la oferta de restauración queda mediatizada por la evolución de los mercados emisores turísticos europeos, principalmente el alemán.

Las zonas más beneficiadas por este flujo de turismo de calidad son la oferta de restauración ubicada en Sóller, Port d’Andratx, Portals, Palmanova, Molinar-Es Portitxol, Colònia de Sant Jordi y Cala d’Or. Aquí, hay que sumar los restaurantes del Casc Antic y barriadas próximas al Passeig Marítim y Passeig Mallorca.

Por el contrario, la Platja de Palma, Alcúdia-Can Picafort, Pollença y Santa Ponça, según Robledo «registran unos niveles medios-bajos de volumen de negocio respecto al año previo de la pandemia, precisamente por depender en un alto porcentaje del turismo alemán».

En estos enclaves, caso de la Platja de Palma, hay restaurantes que mantienen unos niveles buenos «pero se ven afectados por los vaivenes del turismo germano, pese a que el mercado local sí que acude por la calidad de la oferta gastronómica que se ofrece en este enclave turístico».

El efecto directo del turismo de lujo en la Isla, al margen de la restauración, es que afecta a todos los sectores relacionados con el turismo, caso de taxis, VTC y excursiones privadas.

Robledo puntualiza que «vivimos un verano con muchos contrastes, pero no sucede lo mismo con el turismo alto nivel, que es el que está propiciando que el balance de la temporada sea, de momento, bueno para una gran parte de restaurantes de Mallorca».

Reservas que no se materializan al no presentarse los clientes

Un problema al que tienen que hacer frente muchos restaurantes de la Isla este verano es que las reservas que realizan los clientes luego no se materializan al no presentarse. Esto, según la patronal de Restauración «tiene un impacto muy negativo en las empresas afectadas, por lo que habrá que replantarse la fórmula en que se realizan en estos momentos las reservas para evitar este situación anómala».