Un equipo del Club Platges de Calvià, durante un partido. | Emilio Queirolo

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Un anuncio del Govern que avisa de que los mayores de 12 años tendrán que estar vacunados para participar en entrenamientos, competiciones y acceder a los gimnasios a partir de septiembre ha causado malestar en algunas familias con hijos deportistas, contrarias a esta decisión, que todavía no se ha aprobado.

El pasado 7 de agosto, dos padres enviaron un burofax a la Federación Balear de Fútbol y al Club de Fútbol Platges de Calvià en los que advertían de que «interpondrán cuantas demandas sean necesarias» si se «obliga» a sus hijos a vacunarse para entrenar, después de que los menores recibieran, por parte de su club, un WhatsApp en el que les aconsejaba la vacunación para esta nueva temporada.

«Les comunicamos que el Govern tiene planteado de cara al mes de septiembre la obligación por parte de los jugadores mayores de 12 años de estar vacunados para participar en entrenos y partidos», reza el mensaje difundido.

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Ilegal

Abel y Jorge Torres, padres de menores inscritos en el Club de Fútbol Platges de Calvià, comunicaron en un burofax que «en el caso de pretender obligar a que vacune a mi hijo para que pueda entrenar y competir estarían cometiendo una ilegalidad».

En él, justifican la idea de acuerdo a sendos artículos y convenios «para la protección de los derechos humanos y la dignidad del ser humano con respecto a la aplicación de la Biología y Medicina». «Hagan lo que hagan, voy a defender los derechos humanos», sostiene Jorge.

A falta de que la medida se apruebe y se publique en el BOIB, a partir de septiembre, «no sería obligatoria», sino voluntaria, especifican fuentes institucionales. Con la idea de crear «espacios seguros» en los eventos deportivos, se podría valorar la opción de presentar pruebas negativas de antígenos o PCR, «opciones también ilegales», responde Jorge. «No se puede pedir una prueba así, viola la ley de protección. Según la ley, se piden PCR en caso de síntomas. Somos cientos de padres en distintas disciplinas del deporte que hemos avisado de la problemática. No tiene fundamento legal», continúa. Estos padres dicen que la Federación no ha recibido ni contestado el burofax. Sin embargo, aseguran que sí comunicaron su malestar al coordinador de Platges de Calvià. «Esperaremos a que la medida se haga oficial por el Govern. Si se lleva a cabo, denunciaríamos».