La idea del Govern es aprovechar la caída del agua procedente de sa Costera, que se inyecta artificialmente en el acuífero mencionado, para generar energía. El gerente de la Agència Balear de l'Aigua i de la Qualitat Ambiental (Abaqua), Guillem Rosselló, detalló que se podría instalar un sistema de palas en el fondo del acuífero que permitiría crear esta energía. Todavía no se ha decidido, advirtió, pero se ha encargado un estudio técnico para valorar su viabilidad.
Esta intervención está vinculada a otra actuación para mitigar el impacto que el caudal hídrico provoca al caer sobre el acuífero. La composición del agua de sa Costera, la fuerza que ejerce al ser arrojada y el ruido que genera podrían estar deteriorando las paredes del acuífero, que son impermeables y dan lugar a que se aproveche como depósito. Rosselló señaló que también se ha encargado un estudio para suavizar la caída del agua y conseguir que sea menos ruidosa. Asimismo, se quiere aplicar un tratamiento al agua de sa Costera para reducir la cantidad de fango que lleva y así disminuir su impacto.
Transición energética
La generación de energía hidráulica en sa Costera forma parte de las actuaciones de Abaqua para avanzar hacia la transición energética y lograr que sus instalaciones sean más autosuficientes. En este sentido, Rosselló explicó que han llegado a un acuerdo con la Conselleria de Salut que les permitirá instalar placas fotovoltaicas en sus instalaciones, y concretamente sobre las cubiertas de los depósitos de que dispone la empresa pública, como por ejemplo el de Son Pacs.
Este plan incluye una mejora de la maquinaria de las desaladoras que permitirá a estas infraestructuras generar electricidad (gracias a la presión a la que el agua es despedida en el proceso) de una forma mucho más eficiente.
El gerente de Abaqua apuesta por avanzar hacia la transición energética con pequeñas intervenciones (placas solares en sus 72 depuradoras, en las desaladoras...). «Si Abaqua solo se alimentara con energía solar tendríamos que hacer un parque tan grande como Campanet», descartó.
Un consumo de hasta 104 millones de kw al año
Abaqua, la empresa pública que gestiona las desaladoras, la red de agua del Govern o las depuradoras, entre otros servicios, tuvo en 2019 un consumo de casi 104 millones de kw, lo que supuso un gasto de casi 13 millones de euros. Solo por detrás del IB-Salut, es el segundo consumidor de energía de Balears.
3 comentarios
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El compromiso ecologista tiene un elevado precio. Nucleares, carbón, gasolinas y gasóleos... pero no entienden de soluciones. Los molinos de San Jordi o Campos, "esperan"... y producirían mucha energía eléctrica.
PedroOjala fos tan fàcil. A tu te pareix que un equip d'experts, enginyers que han estudiat més de 5 anys, no s'han pogut plantejar el que tu proposes?
Y porque no estudian ahorrar energía evitando que las redes de distribución tengan fugas de más del 50%??? Si desalar el agua cuesta 13 millones de euros cada año y de esta agua se deja perder la mitad por las tuberías, se ahorrarían 6,5 millones al año. La inversión más rentable y lógica es renovar y reparar las tuberías de distribución de agua.