Un bazar chino en el Polígono, cerrado tras la pandemia. | P. Pellicer

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La nueva imagen que se lleva gestando en los bazares chinos se encamina a desaparecer el ‘made in China' e incluir el ‘made in Balears'. El golpe de la crisis ha hecho estragos en estos comerciantes que han decidido dar una vuelta de tuerca: incluir el producto local.

El presidente de la Asociación China de las Islas Balears (Achinib), Fang Ji, confirma esta nueva tendencia. Se acabaron las superficies en polígonos o zonas desérticas, o los locales diminutos en cada callejón; ahora se apuesta por la restauración de «calidad, con una nueva imagen más profesional y priorizando la ubicación». La inclinación también es la de abrir nuevos negocios innovadores en locales «grandes».

Esta es una de las novedades que se ve hoy en día en Palma, aunque de cada vez más los comerciantes chinos empiezan a expandir sus proyectos empresariales por diversos pueblos de la Isla, en concreto «se ven muchos en Pollença, Calvià y también en Inca», destaca Fang Ji.

La razón principal de esta nueva forma de negocio –nunca antes vista en las Islas–, según el presidente de la asociación, no es otra que «integrarse más en el archipiélago y apostar por la economía local». En los locales de las Islas, ya no será raro ver sal marina de Formentera.

Crisis sanitaria

Lo cierto es que España ha experimentado este año una fuga de chinos a su país de origen. El motivo principal radica en la situación de la crisis por el coronavirus. Esto ha hecho que muchos hayan bajado la persiana asustados de la situación y del futuro.

En Balears, sin embargo, los números no dicen lo mismo. El presidente de Achinib explica que «aunque hay casos concretos de comerciantes chinos que han vuelto a China, es más un caso temporal y muchos volverán. La mayoría están ya muy integrados en las Islas».

Esta comunidad ha aumentado considerablemente en los últimos años. Actualmente, hay cerca de 12.000 chinos residentes.

El brutal golpe de esta situación pandémica ha dado una tregua a estos empresarios de bazares. Fang Ji avanza que uno de los principales motivos que ha llevado a apostar por el producto local es debido al alto coste que supone, hoy, importar mercancía de China.

«Debido a la crisis, muchos tienen agotado su stand y el precio para traer más artículos está por encima del mercado», advierte, y señala que «esto está pasando a nivel mundial». Esto, prosigue, «obliga a los comerciantes chinos a hacer un cambio y quizá nos favorecerá».

En este sentido, anuncia que hay demanda por comprar o construir hoteles. «Los negocios actuales se están reconvirtiendo y se muestran más innovadores para captar mejor a los clientes e integrarse más en la sociedad».

Los proveedores ponen la vista en España y en países como Francia o Italia para afianzar las relaciones europeas.