Un cliente muestra su pasaporte COVID a la entrada del restaurante El Apendre. | M. À. Cañellas

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La redacción definitiva del decreto aprobado por el Govern sobre la exigencia del pasaporte COVID en el interior de los establecimientos de restauración con un aforo superior a 50 personas, que publicó ayer el BOIB tras obtener el aval jurídico del TSJB, deja fuera a los bares y cafeterías de Balears. Así lo aceptó en la tarde de este sábado un portavoz autorizado del Ejecutivo, el cual admitió que la norma «sólo afecta a los restaurantes».

De esta manera quedó zanjada una polémica avanzada por la patronal del sector en las redes sociales al advertir que la exigencia del pasaporte COVID afectaba «exclusivamente» a los restaurantes y, por tanto, eximía a los bares y cafeterías. La confusión se prolongó durante varias horas, toda vez que desde el Govern se insistía en que el mero hecho de servir comida extendía el ámbito de la norma, cuestión que al final quedó resuelta en favor de las tesis de los empresarios.

El sector de restauración aclaró en las redes que bares y cafeterías estaban exentas antes que el Govern.
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Cabe recordar que, desde un primer momento, el Govern no excluía ninguna actividad de restauración a la hora de verse afectadas por la nueva restricción, circunstancia que se matizó ayer al admitir la discriminación entre restaurantes –siempre con un aforo superior a las 50 personas en el interior– y los bares y las cafeterías, las cuales sirven productos cocinados (platos combinados, ensaladas, tapas o bocadillos calientes). No obstante, desde el Ejecutivo se precisó que la exigencia del pasaporte COVID para los bares y cafeterías se activa en el momento en el que se ofrecen menús diarios o se habilitan espacios para servir comidas navideñas; aunque sea de manera excepcional. Además, las mismas fuentes han apuntado que la excepción en los bares y cafeterías no supone un numero excesivo de establecimientos.

Normalidad

En cuanto a los restaurantes que ayer comenzaron a exigir el pasaporte COVID no registraron ningún tipo de incidente, aunque en los de mayor tamaño se formaron colas en la entrada para cumplimentar el control de la vacunación. La novedad provocó algunos retrasos en el acceso, pero se resolvieron con facilidad ya que la mayoría de los clientes ya sabía que debía mostrar la documentación.

Recurso

La asociación Liberum, representada por el abogado Luis María Pardo, presentó en la mañana de este sábado un recurso contra la decisión del TSJIB que validó el decreto del Govern «por la falta de precisar la validez del certificado COVID», así como «discriminar en favor de los vacunados» el acceso a los restaurantes. Liberum, como asociación, tiene por objeto la defensa de los derechos civiles, según indicó el propio Pardo, al informar del recurso que interpuso en la mañana del sábado.