Las quejas por parte de médicos sobre el funcionamiento del servicio de Otorrinolaringología de Son Espases son reiteradas desde hace varios años y han llevado a ceses.

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El jefe de los servicios jurídicos del Hospital Universitario de Son Espases tendrá que comparecer ante una jueza como investigado por un delito de falsedad. El Juzgado de Instrucción 2 de Palma investiga si el funcionario manipuló y ocultó datos esenciales de un expediente abierto a un médico del hospital. En torno a esta imputación está la crisis abierta en el servicio de Otorrinolaringología que llevó al cese el pasado mes de noviembre de su jefe, el doctor Manuel Tomás Barberán.

La imputación del jefe jurídico, Jaime Caro, se produce tras la querella interpuesta en su contra por un médico de este servicio, que ha sido admitida a trámite por la jueza. Contra este profesional se abrió un expediente disciplinario cuyo instructor fue Caro por una supuesta revelación del secretos al entrar en el historial médico de otro profesional. El expediente seguía a una serie de denuncias presentadas por el querellante y por otros compañeros suyos ante la dirección del centro por el funcionamiento del servicio y, en especial contra su entonces responsable. Sin embargo, la denuncia sostiene que se han alterado datos esenciales de ese expediente disciplinario y que se han ocultado otros al funcionario afectado y a su representación legal, de manera que se ha torpedeado la posibilidad de que el afectado se defienda.

Uno de los elementos más llamativos del relato de hechos que la jueza investiga estriba en la destrucción del ordenador desde el que se accedió a este historial. De hecho, la magistrada requiere al servicio que gestiona el inventario de Son Espases para que, en un máximo de diez días, acredite si el terminal existe y en qué lugar se halla o, de lo contrario, que se certifique su anterior ubicación y cuándo se retiró. La magistrada también ordena al jefe jurídico de Son Espases para que, como custodio del expediente disciplinario remita de manera «urgente» al juzgado el «original completo que custodia, sin realizar manipulación alguna, ni anotación».

El auto en el que la jueza acuerda la admisión a trámite de la querella también llama a declarar como testigo a una administrativa cuyo terminal es el que ha sido retirado y desde el que se llevó a cabo el acceso al expediente. El querellado, Jaime Caro, está citado para declarar el próximo mes de febrero para explicar cuál ha sido su intervención durante la tramitación del expediente disciplinario del que era instructor. La investigación penal intentará aclarar si estas manipulaciones del expediente se produjeron y si el mismo procedimiento sancionador tenía como objeto amedrentar a los médicos críticos con el servicio de Otorrinolaringología y acallar las críticas por el funcionamiento del mismo. El auto desestima por el momento la testifical de otros médicos.

El apunte

Tras la pista de un ordenador que fue «retirado»

El servicio de informática de Son Espases certificó al querellante que el ordenador clave del caso fue «retirado» justo cuando se inició el expediente en su contra. El médico afectado pretendía llevar a cabo una pericial en ese terminal para demostrar su inocencia y que él no accedió a historial alguno. Ese acceso ha sido tramitado como un expediente administrativo y, por el momento no se ha promovido una investigación judicial.