Vistas desde el Castell de Bellver. | Europa Press

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Un total de 74 torres y atalayas de Mallorca se han encendido esta mañana de sábado con antorchas de humo y bengalas en una nueva edición de la acción reivindicativa en favor de los derechos humanos que este año se extiende a distintas regiones del Mediterráneo. La primera en prender ha sido sa Dragonera, que ha pasado el testigo a Cala en Basset y así sucesivamente todos los puntos de la costa hasta llegar al Castillo de Bellver de Palma, último punto del recorrido del encendido de torres, atalayas y talayots.

En el acto de encendida en el Castillo de Bellver, en Palma, la consellera de Asuntos Sociales y Deportes, Fina Santiago, ha asegurado que el encendido de las torres es un símbolo que recuerda que el derecho a emigrar es un derecho humano y quiere «dar luz a las personas que quieren adquirir este derecho». «Encendemos esta luz para que vean el camino hacia una tierra de acogida», ha dicho Santiago, que ha abogado por la defensa de los Derechos Humanos que lleva a cabo el Govern con «políticas prácticas», según declaraciones facilitadas por el Govern.

Ha recordado que Baleares cuenta con dos centros para personas refugiadas «por los que han pasado cientos de personas en los dos últimos años, buscando una vida de esperanza». El día ha comenzado con el encendido con humo a las 13.00 horas y continuará con otro con fuego a las 18.30 horas. El acto vuelve a tener carácter presencial después de que en 2021 se llevara a cabo solo a través de las redes sociales a causa de la pandemia de coronavirus. La iniciativa se extiende este año a todas las Baleares, Cataluña, la Comunidad Valenciana, Murcia, Andalucía y algunas torres y atalayas de Líbano, Marruecos y Túnez. En Mallorca se encenderán 58 atalayas y en Menorca otras 28. Junto con el Consell de Mallorca y el Govern balear, promueven la actividad Amnistía Internacional, el Instituto de Marratxí y el Fondo Mallorquín de Solidaridad y Cooperación.

Antes del encendido de las señales de humo se ha leído el manifiesto, este año firmado por Maria del Mar Bonet bajo el título «que las canciones sean como llamas» y con el deseo de que «iluminen los caminos por tierra, mar y aire, haciendo de la vida un canto a la libertad y el coraje», ha informado el Consell de Mallorca en una nota. «Que nunca se apaguen y nos ayuden a encontrar los caminos por la paz», proclama el manifiesto de este año. «Querría cantar en nombre de aquellas mujeres que mueren en manos de sus torturadores y en su dolor no encuentran a nadie que las defienda», ha proclamado Bonet.

En el manifiesto, la cantante y compositora, hace menciones especiales por "tantas personas que mueren ahogadas en el mar, que se ha convertido en un cementerio marino« y por »aquellos que arriesgan su vida para ayudarles, frente a la vergonzosa posición de los gobiernos europeos". La cantante también ha recordado a las personas represaliadas durante el franquismo y a quienes luchan contra lo que «quieren continuar oprimiendo al pueblo, su lengua y cultura catalanas, y los derechos humanos». «A medida que ayudamos a estropear la naturaleza y todos sus seres vivos tenemos más cerca el final de la tierra», advierte el manifiesto, que también reivindica «a médicos, cuidadores y científicos que luchan por ayudar en contra de esta pandemia»