La pandemia ha cambiado la dinámica empresarial, de ahí la proliferación de ventas de hoteles. En 2021, la operación más importante fue la del Punta Negra por 90 millones. | Jaume Morey

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El bloqueo durante cuatro años para conceder nuevas plazas turísticas en Baleares ha creado un nuevo marco en las operaciones de compraventa de establecimientos turísticos, «ya que va a tener un efecto rebote en la revalorización de los activos hoteleros en Mallorca y resto de islas», según indican expertos inmobiliarios de la Península e internacionales. La cuestión que ponen de manifiesto los principales fondos de inversión extranjeros es que «el cambio de normativa regulatoria provocará una revalorización de más del 20 % de los activos hoteleros, lo que generará la renegociación de proyectos que estaban en fase de negociación».

Las consultoras inmobiliarias especializadas en la compra de hoteles coinciden en señalar: «Apreciamos desde hace tiempo en Balears un excesivo intervencionismo, que repercutirá negativamente en la compraventa de todo tipo de establecimientos a partir de ahora». Puntualizan que el último decreto ley «supone una clara alteración del libre mercado y distorsiona un sector como el inmobiliario y turístico, necesitado de liquidez para hacer frente a la post pandemia».

Operaciones

La COVID, pese a todo, no ha paralizado ni un ápice la voracidad de los fondos de inversión extranjeros y españoles para comprar hoteles propiedad de empresas de Balears. Esto ha provocado que las cadenas de las Islas hayan liderado a nivel estatal en 2020 y 2021 las operaciones de compraventa de alojamientos turísticos, por un valor que supera los 2.000 millones, tanto en las Islas como en los activos que tienen en el extranjero. Los precios no han sido baratos en estos dos ejercicios. Destacan la compra del Formentor, por Emin Capital, que superó los 160 millones y la compra del hotel Punta Negra, en Calvià, en el que el fondo Blasson Property desembolsó 90 millones de euros.

Todas las consultoras inmobiliarias coinciden en señalar que la pandemia «ha provocado que propietarios que nunca habían pensado en desprenderse de ciertos hoteles hayan tomado la decisión estratégica de vender». Esta circunstancia, en su opinión, «permite poner en el mercado activos que en casos normales no estarían a la venta, pero la falta de liquidez provocada por la pandemia obliga a ello». Antes del decreto ley, los fondos vaticinaban que a partir de marzo muchos hoteleros y operadores, sobre todo de tamaño medio, tenían previsto poner a la venta alguno de sus activos como fórmula para fortalecer los balances de forma rápida y hacer frente al pago de los créditos bancarios.

El apunte

Especulación bajo el espíritu de la nueva norma

La liquidez disponible en los fondos de inversión internacionales va a chocar ahora con el proceso especulativo en el que van a entrar muchas cadenas hoteleras de las Islas. Los precios que se estaban negociando quedarán en el olvido y se entrará en una fase especultiva provocada por la nueva regulación turística.