¿Qué es la coeducación?
— Es la que trata de educar desde un concepto nuevo de la persona, al margen de los estereotipos sexistas. El género se ha asignado históricamente en función del sexo biológico: eres niño o niña. La coeducación trasciende el género para hacernos seres mucho más completos. El sistema educativo basado en la división binaria es un esquema representativo anticuado en la sociedad actual y por eso hay que educar al margen de esos estereotipos.
La socióloga Marina Subirats dice que «seguimos en la escuela mixta, no es coeducadora». ¿Qué falla?
— Falta una voluntad política para cambiar el sistema educativo. La escuela coeducadora es apertura y no se puede controlar porque no se basa en una jerarquía. La escuela mixta (la que tenemos) está fundamentada en conocimientos androcéntricos y en la jerarquía, una estructura patriarcal que no permite la inclusión. La jerarquía siempre conlleva exclusión, ya sea de clase social o de género. La coeducación implica una transformación de conductas y pensamientos, y eso supongo a los políticos les da miedo.
La antropóloga Pax Dettoni defiende que la afectividad es la mejor arma para prevenir el ‘bullying' y la violencia.
— Si educas a los niños y niñas en la empatía no harán daño a nadie. Tu propia conciencia no te permitirá ser violento.
«La cultura sexista excluye a los niños a la hora de desarrollar su inteligencia emocional», ¿qué implica?
— Una reducción del pensamiento, porque la inteligencia emocional te permite ponerte en el lugar del otro. Muchas veces no coordinamos la razón con el corazón, pero si dotamos a esta inteligencia de afectividad no diríamos que sí a la guerra o a la violencia. Las inteligencias múltiples también son importantísimas y no las tenemos nada desarrolladas. En una sociedad globalizada, con tantas incertezas, multiculturalidad e inmigración, si no ampliamos nuestro pensamiento, no podremos dar respuesta a toda esta complejidad.
Los primeros planes de coeducación en la enseñanza balear datan de 2017. ¿Cómo han evolucionado?
— En ese curso solo participaron nueve centros, mientras que ahora hay 170 centros. Así que bien, pero hace más de treinta años que se teoriza sobre la coeducación y todavía estamos así. Toca avanzar.
¿Qué esperan de su libro?
— A todas las autoras nos interesa que las cosas cambien para alcanzar mayor bienestar. Precisamente, existe un gran vínculo entre la coeducación y la salud. Si queremos desarrollar personas más completas, esto también redunda en una buena salud física, psíquica y emocional de los alumnos.
8 comentarios
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Cuanto sufrí en mi infancia escupitajos patadas puñetazos , maldita sea la hora en que me defendí le cogí gusto y luego fui yo como los que me pegaban . Cuando se enseña desde la infancia a respetar a los demás se aprende para toda la vida.
Si pero No. Si bien su premisa es correcta, en un sistema así una sola manzana podrida acabaría traumatizando a toda el grupo incapaz de reaccionar. Y generando traumas a raudales con un previsible aumento de la agresividad. Como el niño al que sus padres dicen constantemente que no se pega y recibe de todo el mundo por no defenderse. Personalmente me abstendria muy mucho de hacer experimentos socio-educativos de dudosa etica (que lo son a pesar de las intenciones) y con posibles malas consecuencias. Ya tenemos a la juventud bastante fastidiada desde hace años y a cada paso lo empeoramos. Para que el Freud de turno nos adoctrine en su entelequia personal.
La señora tiene razón, pero admitir eso pone en tela de juicio a los padres y eso ya no nos va bien. Pq en vez de pensar en el bien común enseñamos el que se jodan. Creemos que tenemos derecho a todo por encima de todos y deber de nada. Y actuamos así. Cada vez que nos la suda como paramos el coche en medio de la carretera causando atasco para dejar a los niños y decimos "pues que se esperen" que creen que enseñamos a dichos niños? Si, amigos, si es sencillo, es tan sencillo como ser conscientes de como somos. La consciencia, réquiem por ella, es lo que falta. La consciencia nos da la empatia.
Lo que pasa en los colegios es más importante que la educación que reciban en casa. Alguien que sufra algún tipo de bullying o similar, no tendrá jamás empatía con el resto. Pagan justos por pecadores, pero es así.
Si todo el mundo educar así a sus hijos e hijas se les acaba el chollo a los políticos, ya no podrían hacer sus chiringuitos tipo igualdad, discriminación, lgtbdjgjalfhfls ya no sé qué más.... Ellos son los primeros que no les interesa una sociedad cívica y empatía ya que automáticamente no tendrían filones inútiles sobre los cuales hacer sus inútiles trabajos.
Ojalá todo fuese tan sencillo, señora.