«Basta que viajen dos veces para venir a la consulta»

¿De dónde son la mayoría de los solicitantes foráneos?

—A nosotros nos llegan alemanes, porque lo tienen muy fácil con tantos vuelos directos. Además, en Alemania está prohibida la donación de óvulos. En Gran Bretaña los donantes no son anónimos, en Francia las mujeres solas no pueden hacer un tratamiento, y en Italia, hasta hace poco, estaba prohibido donar óvulos.

¿Eligen Mallorca por ser también un destino turístico?

—Hay gente que va y viene y otra que aprovecha para relajarse y se coge una semana. El proceso es estresante y está bien hacerlo en un ambiente más relajante, pero esto no existe como un paquete turístico, somos las clínicas quienes tenemos nuestros protocolos.

¿En qué consisten en Juaneda?

—Nosotros estamos especializados en el paciente alemán y toda nuestra documentación y consentimientos informados están ya en este idioma. La enfermera, la ginecóloga y la administrativa saben alemán y estamos en contacto con profesionales de su país para que tengan que venir lo mínimo posible. Basta que viajen dos veces para dos consultas de pocas horas de duración.

¿Qué hacen en estas dos consultas exactamente?

—Normalmente buscan un tratamiento con óvulos de donante. Se hace una primera consulta vía telemática, después se hará una presencial con un estudio de fertilidad y o bien congelamos una muestra de semen o se escoge una de aquí. El seguimiento se hace en su país hasta que tenemos la microinyección espermática. Vuelven a Palma exclusivamente para transferir el embrión óptimo al cuerpo de la mujer que es algo que se puede programar con antelación.

¿Cuántos pueden venir al año?

—Entre un 40 y un 50 % de nuestros pacientes vienen de fuera, pero ahora ha bajado, en su momento, hace siete años, eran el 70 %. Nos dedicamos a esto desde hace una década y, si quieren, lo facilitamos todo. Los viajes para venir, les ayudamos con los hoteles les damos recomendaciones...