Los padres y alumnos del CEIP Aina Moll sacaron sombrillas y paraguas para pedir más sombra y árboles. Arriba, el grupo impulsor de la protesta. | Jaume Morey

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Un termómetro colocado en el pavimento de la plaza de los Patines este miércoles a pleno sol, a las cuatro de la tarde, da una cifra escalofriante: hasta 44 grados. El tobogán (metálico) es una sartén y los niños y los padres del CEIP Aina Moll se refugian bajo los escasos árboles que hay en este céntrico parque. Hartos de lo inhóspito de esta plaza y refugiados bajo sombrillas de playa y paraguas, un centenar de padres y niños se concentraron ayer en la zona para reclamar más sombra, árboles y toldos para poder utilizar este espacio público, inhabitable a partir del mes de mayo.

«Somos gente del barrio y padres del colegio que utilizamos el parque como punto de encuentro, pero los niños al final tienen que dejar de jugar. Es solo un síntoma de lo que ocurre en otros barrios, donde el parque es el punto de interacción y es imposible reunirse por las altas temperaturas», dijo Fabián García

La ocurrencia partió de un grupo de padres: Sofía Mayans, MartaJaume, Irene Coll y Joan Gelabert, y rápidamente corrió como la pólvora por los grupos de whatsapps de las clases. «Cort podría colocar una tela o lonas, no hace falta una gran inversión. Los niños utilizan la pista de hockey y patinaje para practicar deporte y se ahogan», añadió otra madre, que advirtió que «Palma es una ciudad amiga de la infancia pero a más de cuarenta grados es difícil». Los padres advirtieron de la escasez de árboles, tanto en el parque público como en el patio del colegio, que ya cuenta con un proyecto de renovación. «¡Queremos más sombra!» y «aquí no se puede estar!», los padres y los alumnos se refugiaron bajo las sombrillas para poder sobrevivir a junio. El cambio climático ya se hace notar en esta zona céntrica de Palma.