En la central ya hay un gran equipo atendiendo el teléfono, coordinado por Albert Ríos.  | Jaume Morey

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El 1 de julio el acceso a la Atención Primaria sufrirá una pequeña gran revolución que pretende cambiar la atención ciudadana de los centros de salud de Mallorca y así focalizarse mejor en las necesidades del paciente. Salut ultima un gran centro telefónico en las instalaciones de lo que fue la central COVID de Can Valero, de forma que entre 40 y 50 técnicos de emergencias sanitarias, formados especialmente para esta labor, redirigirán a quien llame. El número clave será el 971220000, pero igualmente quien telefonee a partir de julio a su centro de salud terminará hablando con esta central que tendrá por nombre InfoSalut y está bajo la supervisión del enfermero Albert Ríos. El horario de atención será, todos los días de la semana, de las 7 a las 21 horas.

«El 80 % de las llamadas de los pacientes piden directamente ver al médico, ahora les preguntarán qué necesitan y sabrán si la consulta requiere realmente a un facultativo o es mejor pasar por la enfermera o por un administrativo», explica el gerente de Atención Primaria, Miquel Caldentey. «La idea es derivar a cada usuario al profesional más adecuado para solucionar su problema», añade el directivo del IB-Salut. La iniciativa fue en su día un proyecto de legislatura y no se ha visto antes en otra comunidad, aunque las hay que hacen un triaje telefónico. La diferencia sería «ellos preguntan ¿qué le pasa? y nosotros iremos más allá».   

De hecho, desde abril siete centros de salud ya comenzaron esta atención a modo de proyecto piloto:el de Porto Cristo fue el primero y le siguieron Es Blanquer d'Inca, Santa Ponça, Trencadors, Santa Maria y Valldargent y Son Serra La Vileta, en Palma. «La cosa ha ido muy bien y, tras la experiencia, queremos desplegarlo a todos los ambulatorios», asegura Caldentey. Se ha visto que «el 30 % de las consultas médicas son temas burocráticos que pueden resolver los administrativos. Con el cambio tendrán más tiempo porque dejarán de estar toda la jornada pendientes del teléfono», añade.

Pero además de InfoSalut para las citas, se ponen en marcha otros dos procesos. Por un lado «habrá una gestión de la enfermera de la demanda para pacientes con patologías protocolizadas que los verá directamente». Y por el otro, «hemos hecho un protocolo de desburocratización en admisión para solucionar este tipo de problemas». Si todo esto funciona de manera rodada «descargaremos a cada profesional de las funciones que no les toca resolver y mejoraremos las demoras porque habrá otros huecos para atender a los pacientes en su competencia».

Ahora se pondrá en marcha una campaña divulgativa con el número de teléfono indicado. La intención es que la población asuma el cambio con naturalidad y deje de llamar directamente a su ambulatorio porque en muchos casos el teléfono siempre comunica. Por otra parte, más adelante pero a corto plazo, «la aplicación se adaptará para que también tenga desplegables en los que, apuntando el motivo de a consulta, se derive mejor al profesional que necesita», añade Caldentey. A todo esto, la gente seguirá teniendo la opción de acudir en persona a su centro de salud. «Lo que queremos es que no suenen los teléfonos de admisión constantemente para poder atender mejor de forma presencial». Para Urgencias también es preferible llamar antes, aunque no necesario. «Habrá diferentes circuitos, queremos ordenar los flujos dentro de los centros de salud, la pandemia nos ha enseñado que es la mejor manera de mejorar la atención», concluye.

El apunte

Médicos senior o jubilados también darán apoyo para atender en línea

Dentro de InfoSalut habrá un equipo de facultativos en edad de jubilación que se dedicará a atender consultas telefónicas para, de alguna manera, poder también aliviar el sistema. Su función, este verano, será principalmente la de dar apoyo a las Unidades Básicas de Salut que, ya sea por vacaciones o por contagios de COVID (los sanitarios deben todavía guardar cuarentena), se queden al descubierto en atención médica.