El secretario general de Més Jaume Alzamora. | Jaume Morey

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El secretario general de Més y conseller insular de Promoció Econòmica, Jaume Alzamora, valora el acuerdo con el Real Mallorca, entre otros temas.

¿La crisis del Pacte ha reforzado su candidatura al Consell?
—Sí, está claro, pero con la intención de ser coherentes e intentar encarar las políticas hacia la sostenibilidad; de lo contrario, nuestra acción de gobierno no tiene sentido. El momento que vivimos es tan intenso que la gente padece la saturación. Se está hablando de medidas para el ahorro de agua. Los residentes debemos hacer sacrificios por la cantidad de turistas que vienen.

¿Se plantean salir del Consell si el PSIB no convoca un concurso público para pagar al Mallorca?
—Es esencial cumplir con la ley, no se puede hacer un ad hoc porque sí. Se tiene que ir por la vía jurídica administrativa viable. Pero no sabemos qué propondrán. No visualizamos un escenario en el que no podamos llegar a un acuerdo satisfactorio y en que la solución incumpla la normativa. Lo que está en peligro no es el gobierno del Consell o si salimos del Pacte, es la sostenibilidad y el futuro de Mallorca.

Se critica que Més gobierne como si estuviera en la oposición...
—Es importante que estemos gobernando porque, si no, lo del Mallorca se hubiera tirado adelante. Somos los que hacemos políticas diferenciadoras. Es verdad que en el Consell tenemos cuatro consellers en vez de 17; si fuera al revés, el Pla d’Intervenció d’Àmbits Turístics, por ejemplo, ya incluiría una rebaja del techo de plazas turísticas. Con el Pla Territorial Insular, igual: pasamos de un crecimiento del 10 % a un 3,5 % después de muchas negociaciones. Lo mismo con la ley turística, que incluye una congelación de plazas porque estamos en el Govern. Si Més no hubiera estado, el futuro de la Isla sería peor. En todo caso, estas medidas de ordenación tendrán efectos a largo plazo. Ahora tenemos saturación porque los instrumentos de regulación territorial son de hace 20 años.

Si el Pacte hubiera sido más contundente regulando desde 2015, ¿los efectos se notarían más ahora, siete años después?
—Lo hemos sido. En la primera legislatura impulsamos la ley turística y el impuesto de turismo sostenible (ITS). También regulamos el alquiler turístico, cuando antes era una locura. En Palma no hay alquiler vacacional en plurifamiliares que sea legal y no me gustaría saber cómo sería la ciudad sin que se persiguiera. Sobre el ITS decir que se pensó para revertir los impactos negativos del turismo en el territorio, el patrimonio y en la gente. Tenemos problemas de vivienda por este motivo y hay que revertirlo con este impuesto.

¿Qué políticas no han hecho en el Consell pese a gobernar?
—Una es la regulación de llegada de coches a la Isla. Apostamos por lo mismo que hizo Formentera. La competencia la gestiona Podemos, pero en esto coincidimos y se está calculando la carga. El PSIB antes quiere ver los datos y nos ayuda que el sector de los coches de alquiler esté de acuerdo. Por otra parte, habrá que rebajar el techo de plazas turísticas, a través del PTI, y en cumplimiento de la ley turística. También será importante la transferencia de las competencias de movilidad, pero dudo de que se llegue a hacer esta legislatura. Sobre la movilidad, y en un contexto de cambio climático, toca dar un paso adelante y hablar de revertir infraestructuras viarias. Recuperar para la gente espacios destinados a los coches. Muchas ciudades europeas están quitando autopistas.

¿Qué tipo de contratos de promoción turística firmó cuando dirigió la Agència d’Estratègia Turística de les Illes Baleares?
—Jamás propusimos ni firmamos un acuerdo de patrocinio como el del Real Mallorca. Negociamos uno importante de 1,5 millones, la final de la Copa de Eivissa en Alcúdia, pero dejamos claro que empezaríamos a hablar si la iniciativa privada ponía la mitad. Hicimos acuerdos de patrocinio, pero segmentados y enfocados hacia un público objetivo concreto que nos ayudara a mejorar la sostenibilidad del turismo. Nunca fuimos a un público de masas y que no fuera entre octubre y mayo. De junio a septiembre, cero. El acuerdo del Mallorca es de masas e iba a llegar a un público televisivo internacional de unos 30 millones de personas. No nos interesa que vengan hooligans borrachos. Si no hacemos la promoción turística, la hará la iniciativa privada.

Su trabajo como conseller insular de Promoció Econòmica del Consell pasa desapercibido. ¿Qué han hecho?
—Hemos dedicado muchos recursos técnicos y económicos a cooperación local, más de 80 millones de euros a los municipios en esta legislatura. Entre 2011 y 2015 fueron 2 millones, hay una diferencia importante. Esto es fruto de la vertiente municipalista del Consell y Més. Una parte importante de estas políticas están centradas en reducir emisiones contaminantes de cara al 2030. Por otra parte, la promoción económica ha estado condicionada por la pandemia. La hemos centrado en los productos de aquí, con el objetivo de diversificar y poner énfasis en sectores que no son los turísticos. Es verdad que el turismo debe de servir de palanca, pero si no haces estas políticas para ayudar a crear ocupación alternativa. Hemos hecho este trabajo, en muchos casos invisible porque no tiene tanta repercusión, pero ha tenido un efecto importante en las empresas.