Algunas personas contratan a un chef para que cocine en su casa. | Freepik

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Llevarse el chef a casa. Esta es la opción por la que están optando algunas personas este verano en Mallorca, según ha explicado Mariona Arés, copropietaria de BEST HOME Management (administradores de villas y concierge). Ante las dificultades existentes para conseguir mesa en los restaurantes de moda de la Isla, algunas personas que pueden permitírselo, se han decantado por contratar este servicio y que un chef cocine en sus casas para sus invitados.

Arés explica que se trata de cenas o comidas a las que asisten numerosos comensales, lo que dificulta aún más poder reservar una mesa. El precio medio de este servicio cuesta entre 100 y 200 euros, en función del menú que escojan. En relación a esto último, éste suele ser muy variado: «desde ensaladas y productos veganos a otros súper elaborados, tipo estrella Michelín». Los productos mallorquines no faltan, especialmente los pescados, como las gamas rojas de Sóller.

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Preguntada por el perfil de las personas que contratan estos servicios, la copropietaria de BEST HOME Management responde que es muy variado, ya que proceden de todas las nacionalidades. Sí tienen en común que cuentan con casas muy grandes, en las que suelen pasar un mes y medio; contratan varias comidas y no siempre copiosas. En muchas ocasiones reclaman ensaladas o alguna picada para acompañar ensaladas. Además, en ocasiones contratan clases de cocina.

Esta modalidad se ha puesto muy de moda ante las dificultades para poder conseguir mesa en los restaurantes más demandados. Por citar un ejemplo, este es el caso de la Residencia de Deià, que no tiene mesas libres desde principios de verano, pero no es el único; también hay otros como Cap Rocat. Por ello, aconseja a sus clientes que les digan con la máxima antelación posible en qué lugares quieren cenar o comer, con la finalidad de conseguir una mesa. Las personas que no pueden permitirse este servicio, pero quieren disfrutar de esta gastronomía, también están sufriendo estas circunstancias, lo que les está obligando a planificar muy bien sus salidas.

Arés añade que en algunos establecimientos sólo se puede realizar una reserva de forma telemática y en otros ya está pidiendo un anticipo, que normalmente oscila entre 30 y 60 euros por comensal, con la finalidad de garantizarse la asistencia y evitar que la mesa se quede vacía puesto que hay otras personas interesadas.